ANDRÉS AZORÍN POLO
Qué manía tienen los dirigentes del PP de disfrazar la cosas, como si los ciudadanos fuéramos tontos. ¿Por qué no llaman a las cosas por su nombre? Al copago, la Ministra de Sanidad, dice que no va a ser copago, que va a ser “participación”, cuando es copago o, mejor dicho, repago.
En Educación han hecho recortes, que a mi juicio, no deberían haberlos hecho, ya que la educación es fundamental en un país. Hay muchas otras cosas para recortar: en Fomento, aplazando obras previstas (autovías, Ave, etc.), en Defensa (aplazando la construcción de submarinos y fragatas). Ya sé que me van a decir que así aumentaría el paro, pero también se creará más paro en Educación y Sanidad.
El Ministro de Educación debería aclararnos cómo no se va a generar más paro si, según sus palabras, no se van a renovar contratos en el personal educativo. El Gobierno tiene previsto aumentar el número de alumnos por aula. Dice la señora De Cospedal que en nuestro país hay mucho fracaso escolar. ¿Cómo es posible reducir dichos índices de fracaso escolar aumentando el número de alumnos por aula?
A una pregunta de un periodista sobre la posible subida del IVA, el Ministro de Economía respondió que no se le llamara así, sino “subida de impuestos indirectos”.
De seguir así, van a tener que crear un nuevo Diccionario de la Academia Española para incorporar las nuevas expresiones y uso de las palabras de los miembros del Gobierno.
Para colmo, el Ministro de Hacienda, señor Montoro, afirma que la amnistía fiscal que se ha puesto en marcha, no es tal, sino “regularización de dineros pasivos”. Yo no lo entiendo y me pregunto por qué no le llaman “al pan, pan y al vino, vino”.
Andrés Azorín Polo