Han sido capaces en tres partidos de sumar sietepuntos, olvidar la falta de puntería y ser más fiables en defensa. Directiva, jugadores y afición deben ir de la mano para hacer realidad el sueño de la permanencia
La esperanza y la fe es lo último que se pierde. El 20 de enero el Yeclano perdió 0-3 ante el Llagostera. Muchos dieron la causa por pérdida. Nada más lejos. Era necesario dejar atrás el victimismo y destacar los puntos fuertes del equipo, como destacó este periódico tras la última derrota del equipo. La final de Constancia se superó con nota, y a partir de ahí el grupo ganó en confianza y en serenidad. Los azulgranas han sido capaces en tres partidos de sumar siete puntos, han dejado atrás la sequía goleadora y comienzan a ser un bloque ferreo y difícil de batir. Queda mucho aún para que termine la liga y los de Ramón Florit la afrontan en un estado óptimo paraalcanzar la permanencia. Después de un encuentro mágico ante el Olímpic, que ha resultado ser un enorme golpe de autoridad para los rivales. Lo cierto es que sigue quedando mucho, que el campeonato es largo, que hay muchos elementos positivos que ensalzar, pero es necesario seguir trabajando, un esfuerzo todavía mayor para mantener esta linea de juego. Y ahí tiene la afición que desempañar un papel central. En lo que resta de temporada nadie puede salir vivo del “Infierno de Yecla”. Directiva, jugadores y afición tienen que ir de la mano para hacer realidad el sueño de la permanencia.