En 2008 al recibir el Premio SIETE DIAS a la Mejor Trayectoria a Toda Una Vida, declaró: “Quisiera ser recordado por haber dedicado mi vida a Yecla y a sus gentes”
Con motivo de la pérdida de Estanislao Ripoll Díaz, ‘Tani», reproducimos un extracto del artículo publicado en el especial que SIETE DIAS YECLA le dedicó a raíz de otorgarle el ‘Premio a Toda Una Trayectoria» en octubre de 2008.
Si hablamos de fotografía en Yecla, hay que recurrir, inevitablemente a Estanislao Ripoll Díaz, «Tani», cuya pasión por la fotografía nació en septiembre de 1919, estimulada por su padre, Estanislao Ripoll Pérez, uno de los pioneros de la fotografía en esta localidad.
Estanislao padre abrió su primer estudio fotográfico sobre 1910 con una cámara creada por él mismo. Paralelamente, ejerció como corresponsal gráfico junto a Francisco Corbalán, colaborando en reportajes y, sobre todo, crónicas taurinas. Hacia 1925 un incendio arrasó aquel primer estudio fotográfico, pero el fotógrafo yeclano supo sobreponerse y salir a flote con un nuevo estudio en Villena hacia 1928.
«Tani» conoció el mundo de la fotografía desde que nació, sintiéndose especialmente atraído por todo lo relacionado con el laboratorio. En los años 30 se incorpora a pleno rendimiento al estudio fotográfico de su padre. Aún conserva en su domicilio fórmulas y productos químicos de aquella época.
La Guerra Civil no afectó a los «Tani», pues pudieron continuar trabajando con normalidad en Yecla y Villena. ‘Tani» fue ganando responsabilidades en el estudio de su padre, hasta 1962, cuando falleció su padre.
Desde entonces «Tani» ha pasado más de 40 años dedicado a la fotografía, pero ha sabido compaginar esta afición, que se convirtió en su medio de vida, con la caza su segunda gran pasión que le llevó a montar una armería en la calle Juan Ortuño compartiendo local con el estudio fotográfico.
«Tani» recuerda que sus primeros reportajes tuvieron como objeto las calles de Yecla, pero también lugares tan emblemáticos como el Monte Arabí, el «cerrico» de Santa Bárbara, y, por supuesto, todo lo que tiene que ver con las Fiestas y actos populares de nuestra localidad. Todas estas imágenes son para «Tani» como un tesoro que ha guardado celosamente, y de forma muy ordenada. En palabras del propio ‘Tani» a este periódico, "he conservado muy bien mis fotografías y las tengo, muy bien organizadas, porque entre otras cosas siempre hacía copias. Tengo cajas y cajas de imágenes de personas conocidas que ya no están entre nosotros, y es muy gratificante poder entregar esas fotos a sus familiares de momentos muy importantes de su vida, y también me siento feliz de ver mi trabajo reconocido. Aún con la edad que tengo, recibo a muchas personas que vienen a mi casa para pedirme fotos copias de hechos y momentos concreto".
Es tal el depósito de fotos que «Tani» posee de Yecla de los siglos XX y XXI que ni siquiera conoce con exactitud la cantidad exacta de que dispone, aunque calcula que podría estar en torno a las 20.000 fotos. Estas imágenes tienen un valor incalculable, y aunque «Tani» no contempla desprenderse de su archivo, no desea que un material de tal valor se pierda.
También le hace mucha ilusión que su hijo, Francisco Ripoll Muñoz, haya continuado sus pasos. "Desde muy joven le interesó la fotografía y pronto se compró una cámara y ejerció de corresponsal gráfico para «La verdad» de Murcia. Me he sentido muy feliz al ver a mi hijo dedicándose a esto, y al saber que continúa en la brecha, ahora más volcado en la docencia, dando clases de fotografía".
Una saga de fotógrafos que continúa, pues, en la actualidad, aunque «Tani» no está muy al tanto de las nuevas tecnologías: "El sistema actual, la fotografía digital, ni lo toco. Soy ya muy mayor como para adaptarme a estos cambios actuales. Yo sigo prefiriendo el encanto del modelo antiguo, el negativo, el revelado, la copia, un proceso muy hermoso, aunque fuera muy lento y poco competitivo si lo comparamos con la rapidez actual", señala este veterano fotógrafo, que añade: "Para mí, la fotografía y su mundo es ahora un recuerdo maravilloso de mi vida, aunque ya no practico tanto como antes".
Y si el sistema digital no ha llegado a convencerle, al menos sí lo ha hecho "el trabajo y buen hacer de los actuales fotógrafos de Yecla que se dedican a esto. Pienso en gente como Ramoné, Juan Muñoz, Fotosistema, Records… Todos son buenos profesionales, aunque ha jugado a su favor poder disponer de una avanzada tecnología, muy diferente a los medios que tenía yo, y no digamos mi padre, a principios del siglo pasado".
Es muy difícil para un creador elegir una sola de sus obras, por ello «Tani» no se resiste a citar varias de las fotografías que ha hecho a lo largo de los años: "De toda mi carrera profesional me quedaría con una foto que elaboré con pinzas y palillos, en la que las pinzas figuran ser soldados y las pinzas los fusiles y también recuerdo de forma grata la estampa que capté en mi finca, del ganado bebiendo agua en un «navajo». Y hubo una imagen que me costó mucho conseguir: una pequeña chota mamando de la ubre de su madre. Estuvimos un día entero el granjero y yo para logar captar ese momento", recuerda Estanislao Ripoll.
La vanidad en un personaje de la talla de «Tani» brilla por su ausencia, por eso pide que se le recuerde en un futuro como "un hombre dedicado a Yecla, a sus gentes y a su vida diaria. Me gustaría que pensaran en mí como aquel hombre que captó un instante importante de sus vidas, bodas, bautizos o que reveló las fotografías más esperadas, como viajes o reuniones familiares. Me siento muy querido y reconocido por todo el pueblo de Yecla, y también por gente de fuera, que han venido en muchas ocasiones a mí buscando fotos porque les habían dicho que «Tani» tiene el mejor archivo de imágenes de esta localidad".
Así será siempre «Tani», historia viva de Yecla; historia captada a través de un objetivo.
