A la actual Corporación Municipal, es decir, tanto al equipo de Gobierno como a la Oposición, le sobran argumentos para respetar y la voluntad de Juan Miguel Benedito, instando a la comunidad escolar del tercer instituto a que elijan el nombre de Pablo Corbalán
Por Antonio M. Quintanilla Puche
Desde que hace dos años se puso la primera piedra del tercer centro de Secundaria que a partir de este curso abre sus puertas en Las Herratillas, en esta redacción nos hemos dirigido siempre al mismo como el nuevo ‘Instituto Pablo Corbalán», tal y como decidió nuestro anterior alcalde Juan Miguel Benedito, formalizando así el compromiso que en nombre de nuestra ciudad adquirió con la familia del reconocido periodista y crítico literario y teatral yeclano.
Los medios informativos locales dimos cuenta de aquella noticia tras asistir al acto inaugural que significó el inicio de las obras: “El consejero de Educación, Constantino Sotoca, y el alcalde de Yecla presidieron junto a la Corporación Municipal el acto de colocación de la primera piedra del nuevo Instituto de Educación Secundaria de Yecla, en el que Juan Miguel Benedito expresó que la Junta de Gobierno ha propuesto que el centro reciba el nombre del periodista yeclano Pablo Corbalán”. (Siete Días Yecla, jueves 24 de febrero de 2011). Dicha propuesta se materializó con el envío desde el Ayuntamiento de Yecla a la Consejería de Educación de abundante documentación relativa a la trascendente trayectoria e influencia de Pablo Corbalán en el mundo de las letras españolas e iberoamericanas de mitad del pasado siglo.
Tras el fallecimiento en septiembre de ese mismo año de Juan Miguel Benedito y del que ahora se ha cumplido el segundo aniversario, surgieron voces que sugerían que el nuevo instituto llevara el nombre de nuestro tristemente desaparecido alcalde. Pero hay otros muchos edificios públicos, jardines, plazas y calles que igualmente serían idóneos para recordar a Juan Miguel Benedito.
Mi opinión y la de muchos yeclanos con los que he compartido este tema, es que se respete la voluntad de Benedito y que, tal y como él lo imaginó en vida, se mantenga el nombre de Pablo Corbalán. Opino sinceramente que es el mejor homenaje con el que podemos honrar la memoria de nuestro para siempre querido Benedito.
Francisco Martínez-Corbalán Alonso (Yecla, 1920 – Madrid 1997), cuyo pesudónimo en el mundo literario, periodístico y teatral fue siempre Pablo Corbalán, se casó en primeras nupcias con Pepita, la hermana mayor de mi madre. Cuando Pepita falleció Corbalán volvió a casarse con la hermana pequeña, Pilar. Saco a colación el parentesco directo con mi tío Paco (en casa siempre ha sido el tío Paco), para adelantar que en repetidas ocasiones yo fui testigo en primera fila del compromiso adquirido por Juan Miguel Benedito con la familia Corbalán.
En casi todos aquellos encuentros Benedito nos explicó su gran ilusión personal por poder contribuir a que con este nombramiento los tres institutos de Yecla llevaran el nombre de las tres grandes figuras de la literatura surgidas en torno a Yecla: Azorín, Castillo-Puche y ahora Pablo Corbalán. Benedito recordaba en muchas ocasiones la célebre fotografía en la que se ve a Corbalán y Castillo- Puche junto a unos amigos el día que fueron en Madrid a casa de Azorín para felicitarle por su 89 cumpleaños, una de las imágenes que ilustra este artículo.
Pablo Corbalán fue un “maestro de toda una generación y referente indiscutible de la cultura española desde que inició en la década de los 70 la aventura de la recuperación de los escritores e intelectuales del exilio rescatando a los grandes maestros proscritos y olvidados”, como lo definió el periodista Juan Pedro Quiñonero.
De todos es sabido también que Pablo Corbalán fue siempre un hombre de izquierdas, que padeció los estragos de la Guerra Civil cuyas consecuencias sufrió desde su juventud en sus carnes ya que tras la contienda estuvo preso en varias cárceles españolas donde realizó trabajos forzados y su carrera profesional siempre fue vigilada de cerca por la censura franquista. Corbalán también representó el espíritu de reconciliación que abanderó la generación de posguerra con el gran pacto para nuestra convivencia que supuso la Transición. Miguel Ortuño escribió que Pablo Corbalán fue siempre un hombre bueno y generoso que a pesar de su trágica trayectoria vital supo caminar hacia adelante y nunca odió a nadie.
La decisión de Benedito de elegir el nombre de Pablo Corbalán para el tercer instituto constató una vez más el caracter que definió siempre a nuestro alcalde, abierto y entregado sin fisuras a todos sus paisanos, fueran cuales fueran sus afiliaciones o ideologías. Una decisión que con total seguridad seguirán compartiendo hoy todos y cada uno de los miembros del equipo de Gobierno como de la Oposición.
Le sobran, pues, argumentos a la actual Corporación Municipal para tomar cartas en este asunto, mostrando su profundo respeto hacia la decisión de nuestro anterior alcalde a la hora de instar a la comunidad escolar del nuevo centro de Secundaria a que se materialice la voluntad de Juan Miguel Benedito y haga todo lo que esté en sus manos para que el tercer instituto de Yecla lleve el nombre de Pablo Corbalán.