> De los resultados del pasado 20 de diciembre podríamos sacar varias lecturas. La primera, principal y básica es que, tras una legislatura muy complicada y difícil para todos, el pueblo español ha depositado mayoritariamente la confianza en el Partido Popular y en Mariano Rajoy, pero al mismo tiempo los resultados trasladan la necesidad de conseguir una unidad entre las formaciones políticas que creemos en esta España democrática y constitucional.
De los resultados del pasado 20 de diciembre podríamos sacar varias lecturas. La primera, principal y básica es que, tras una legislatura muy complicada y difícil para todos, el pueblo español ha depositado mayoritariamente la confianza en el Partido Popular y en Mariano Rajoy, pero al mismo tiempo los resultados trasladan la necesidad de conseguir una unidad entre las formaciones políticas que creemos en esta España democrática y constitucional.
La madurez del pueblo español a la hora de depositar el voto en las urnas está resaltando en los comicios electorales que hemos tenido en el último año y medio. Y es destacable esa madurez por lo que de analítico y razonado resulta el voto. Cada una de estas elecciones han tenido su particularidad y así lo han entendido los ciudadanos. Uno ya no vota lo mismo cuando está eligiendo representantes para Europa, cuando lo hace para España, cuando lo hace para su comunidad o cuando es para su municipio. Si para Europa nos permitimos ciertas veleidades, cuando lo que está en juego es el gobierno de España nuestro voto, en general, resulta más cercano al análisis de la gestión y al mantenimiento del estado del bienestar, cosa que se asemeja mucho al voto que realizamos en los comicios autonómicos.
Caso aparte es el de las elecciones municipales. Estas son, en pequeñas ciudades como la nuestra, un ejemplo clarísimo de lo que supone que el candidato tenga una gran dosis de implicación, demuestre capacidad suficiente para gestionar el ayuntamiento y sea cercano y sensible a las necesidades de todos y cada uno de sus vecinos, sea cual sea su ideología o afinidad política. Ante eso el PP en Yecla demostró el pasado mayo tener el mejor candidato.
El 20D Yecla apoyó mayoritariamente al PP con más del 40% de los votos y doblando a las siguientes formaciones C»s(18%) y PSOE (18%). Es notable y significativa la aparición de Podemos, (15%) lo que nos demuestra que la política local no tiene mucho que decir en las elecciones generales, porque Podemos carece de representación a nivel local.
Ahora sólo nos queda esperar que España tenga pronto un gobierno estable que dé seguridad a nuestra sociedad ante todos los retos políticos y económicos que se nos presentan. Algo que sólo podremos conseguir con la unidad y el convencimiento de que España, el bien común, es lo realmente importante.
