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«»Es importante abrirse a nuevos horizontes para valorar lo que tenemos»»

Desde 2016, María del Carmen Candela Hortelano (1988) reside en la ciudad china de Shenzhen. Estudió Traducción e Interpretación en Madrid y Comercio Internacional y Finanzas en Londres.Trabaja de coordinadora de operaciones en una empresa que fabrica y vende tabaco electrónico. Desde muy joven ha vivido en numerosos países como EEUU, Reino Unido, Francia o Indonesia.

CLAUDIA GARCIA

Desde 2016, María del Carmen Candela Hortelano (1988) reside en la ciudad china de Shenzhen. Estudió Traducción e Interpretación en Madrid y Comercio Internacional y Finanzas en Londres.Trabaja de coordinadora de operaciones en una empresa que fabrica y vende tabaco electrónico. Desde muy joven ha vivido en numerosos países como EEUU, Reino Unido, Francia o Indonesia.

Vivir en un país tan alejado y diferente al nuestro es un reto que no todos se atreven a enfrentar. Para Mari Carmen Candela el comienzo no fue tan difícil y no le costó mucho adaptarse, pues en el verano de 2012 había hecho prácticas de empresa en Pekín, por lo que ya conocía un poco la cultura o comida chinas.

¿Por qué decidiste irte a trabajar al extranjero y por qué China?
Al extranjero porque me gusta mucho Asia, su gente, su cultura, su comida… y porque siempre me ha gustado viajar. China por dos motivos: el primero de ellos es que, de todos los países asiáticos, éste es uno de los que ofrecen más oportunidades de empleo (más industria, más demanda de extranjeros, sobretodo por el tema del inglés), y debido a esto es más fácil conseguir un trabajo aquí; y segundo, de todos los países asiáticos, después de Hong Kong y Singapur, China es uno de los que ofrece mayores sueldos para extranjeros.

¿Cómo es la vida en Shenzhen?
Es una ciudad muy moderna, aunque no tan cosmopolita como Pekín o Shanghái. Depende en qué sentido, pero, en general, el ritmo de vida aquí no difiere mucho de cualquier capital del estilo Londres o Madrid. Se tarda un par de horas en metro de una punta de la ciudad a la otra, hay muchos rascacielos impresionantes que se iluminan de luces de colores por la noche, restaurantes para todos los bolsillos (desde un euro hasta 20 euros por cabeza), discotecas, pubs, parques, museos… En definitiva, es una ciudad nueva, emergente. Patrimonio artístico hay poco, pero en cuanto a instalaciones y servicios no le falta de nada. Y, al encontrarse en el océano, no está nada contaminada, al contrario que Pekín y Shanghái.

¿En qué consiste tu trabajo?
Trabajo desde las nueve de la mañana hasta las seis de la tarde, de lunes a viernes, con una hora y media para comer. Mis tareas principales son comunicación por teléfono y por correo electrónico con los clientes (más del 90% son extranjeros y de ahí la necesidad de gente que hable inglés fluido), coordinación entre la fábrica y el departamento de envíos para cerciorarme de que los pedidos estén correctos, búsqueda de nuevos clientes por internet, guiar a los clientes por la fábrica y explicarles el proceso de fabricación cuando vienen de visita, entre otras. Los chinos, además de lunes a viernes, trabajan también los sábados por la mañana. En algunas empresas hasta el sábado entero, pero a los extranjeros no nos hacen trabajar los sábados. En mi em-presa somos tres extranjeros solamente, contándome a mí, y de los chinos los únicos que hablan inglés son mi jefe y los del departamento de ventas, o sea menos de un 30 % de la empresa.

¿Qué tal es el nivel de vida chino? ¿Más alto o más bajo que el español?
Es bastante más bajo, en general, pero si se tiene dinero o un sueldo alto, se puede vivir muy bien. En las calles de Shenzhen a veces se ven vehículos de lujo. Los chinos ricos son pocos, pero los hay. Y, aunque el coste de vida en Shenzhen es bajo, los alquileres son caros porque es una ciudad que hace 30 años no era nada. Hay cantidad de edificios en proceso de construcción.

¿Cómo es tu vida fuera del trabajo?
Tal y como he mencionado anteriormente, aquí se puede hacer de todo, no falta nada. Yo por las noches entre semana a veces me voy a casa de unos amigos y cocinamos, salimos a cenar o vamos al masaje. Shenzhen es muy famosa por los masajes, buenos y baratos, y otras noches pues a casa a descansar. Lo bueno de esta ciudad es que está en la frontera con Hong Kong, así que dos fines de semana al mes me voy allí a hacer turismo, playa, montaña, etc.Hay mucha naturaleza en esta ciudad. Otros fines me voy a Guangzhou (Cantón), otra gran metrópolis china a una hora en tren de Shenzhen.

¿Qué perspectivas de futuro tienes?
De aquí a uno o dos años quiero ser emprendedora, crear mi propia empresa y viajar más. De momento no tengo plan de volver a España, quizás cuando me retire, sí.

¿Qué es lo que más echas de menos de España y de Yecla?
De España, el jamón, el aceite de oliva y las tapas. Y de Yecla el hecho de que las distancias sean cortas, es decir, que pueda caminar a todos sitios y no me tome más de 20 minutos.

¿Recomendarías esta experiencia de vivir en el extranjero?
He vivido en muchos países desde que cumplí 16 años. La experiencia es muy positiva y algo que recomiendo vivir a todos. Es importante, al menos una vez en la vida, alejarse del confort familiar y abrirse a nuevos horizontes para valorar lo que tenemos. Te hace más rico en el sentido intelectual, te ayuda a deshacerte de estereotipos y te das cuenta que de lo que se ve en las noticias, no todo es verdad. Momentos malos también los habrá, obviamente, pero por cada momento malo hay diez buenos.

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