Sucesos dramáticos ocurridos en este tipo de fiestas aconsejan extremar al máximo la seguridad>La normativa es clara y meridiana en cuanto a la capacidad de aforo, accesos y desalojos
A la hora de juzgar (o, mejor dicho, prejuzgar) acontecimientos como los que interrumpieron la Fiesta de Nochevieja antes de lo previsto en la Feria del Mueble, no conviene dejarse llevar por las acusaciones gratutitas y sin fundamento.
Más aún después de los sucesos dramáticos ocurridos en grandes fiestas no hace tanto tiempo en este país y en lo que pensamos irremediablemente tras los desafortunados hechos acontecidos en el recinto ferial.
Las redes sociales y los pusilámines anónimos tampoco contribuyen en absoluto a clarificar nada, habida cuenta de que cualquiera, asistiera o no, se cree con el derecho de opinar por el mero hecho de tener ante sí un ordenador o un teléfono móvil. Tras unos días transcurridos, todo apunta a que fueron razones de seguridad las que aconsejaron que la Fiesta llegase a su final. Es decir, no pasó nada para lo que podía haber pasado. Porque mientras la conducta de quienes disfrutaban en el interior fue correcta, la intransigencia de quienes pretendían acceder al interior, en contra de las indicaciones del equipo de seguridad, no fue la que sería de esperar y supuso el detonante de los incidentes.
La normativa que se acató esa noche es clara y meridiana en cuanto a la capacidad de aforo, accesos y desalojos en este tipo de concentraciones festivas.
