Laura Tévar Martínez (Yecla, 1982), se encuentra en Holanda. Ha residido en Barcelona, Iowa (E.E.U.U.) y Nueva York. Está casada con Rubén, que jugó en el Yeclano Deportivo y con el que tiene dos hijos. Lilah, yeclana de nacimiento, y Pau nacido en Norte América. Siempre ha estado ligada el mundo de la belleza y el maquillaje, ahora ha descubierto una nueva pasión, la escritura
RAMIRO QUINTANILLA
¿Por qué decidiste trasladarte al otra lado del "charco", a Nueva York?
En el verano de 2015, haber pasado nuestra etapa en Iowa, recibimos una oferta de la David Lynch Foundation, ofreciendo a mi marido liderar los proyectos de Deporte. Él es profesor de Meditación Trascendental y ex-futbolista. Hasta ese momento nunca nos hubiésemos planteado ir a vivir a Nueva York, pero finalmente lo acogimos. En septiembre nos plantamos allí, y con ayuda de unos amigos, Laura y Fredy, en un par de meses ya estábamos adaptados.
Rubén es director de Sports and Wellness Iniciatives de la Fundación y además ha estado enseñando Meditación Trascendental a niños en un instituto público en el Bronx.
Además, cuando te llega una oportunidad como ésta, no lo pensamos, tan solo vemos si es el siguiente paso hacia nuestro objetivo. Si lo es, lo damos. Sea a Nueva York o a un pequeño pueblo del Pirineo.
¿A qué te has dedicados estos años mientras vivías fuera?
Debido al estatus de mi visado, yo no podía trabajar en los Estados Unidos, y como Lilah era todavía pequeña, me he dedicado a cuidar de ella, llevar la casa y todo lo que implica la administración de una familia en el extranjero. Por mi parte, siempre me he dedicado a la belleza, la estética y el maquillaje. El hecho de estar en movimiento me hecho más difícil ejercer esta profesión, pero yo siempre llevo los pinceles conmigo por si surge la ocasión. Durante estos últimos años y debido a tanta experiencia nueva y la necesidad de expresarla, he desarrollado una nueva pasión; la escritura. Me hace desconectar y me sienta muy bien. Se ha convertido casi en una terapia, y además de la meditación, forma parte de mi rutina diaria ideal. Además me sirve de lazo de unión con personas que quiero y echo de menos de Yecla, Barcelona, Iowa. Y eso es muy necesario cuando estás tan lejos de los tuyos y haciendo de mamá a tiempo completo.
¿Que es lo que más hechas de menos de Yecla?
La familia, sin duda. Las comidas de los domingos con los "Rechulones", y que mis peques estén en contacto directo con sus abuelos. Pero aparte de eso, lo que más echo de menos es tomarme un café con una buena amiga y poder charlar un buen rato. También salir a la calle y conocer a la gente, hablar con la vecina, con tu prima que trabaja en la farmacia de al lado de casa. Cuando te mudas muy a menudo, el hecho de llegar a un sitio nuevo y no conocer a nadie, a veces es un poco triste y siempre es un reto.
¿Y lo que menos te ha gustado de tu vida en Nueva York?
La suciedad de las calles, definitivamente. Lo tengo clarísimo. Además, estando embarazada, los olores de basura y comida de las calles me hacían dar arcadas, y aún lo recuerdo perfectamente. Además de eso, la precariedad del sistema educativo y sanitario. Nosotros teníamos un buen seguro médico incluido en el contrato de Rubén, pero viviendo allí te das cuenta que hay personas que no se pueden permitir ni ponerse enfermas, Y no hablemos del sistema de educación público y sus comedores.
¿Mantienes el contacto con tus allegados en España? ¿Qué planeáis hacer ahora?
Nunca he dejado de hablar regularmente con mis padres y con la familia, tanto la mía como la de Rubén. Hablamos mucho por whatsapp y por lo menos una vez a la semana por Skype. Con los niños, ahora queremos que sea así. Digamos que es parte de mi trabajo, organizar las videollamadas y mantener un contacto constante. Puedo decir orgullosa que Lilah conoce perfectamente a todos, abuelos, tíos, primos y amigos más cercanos.
Las vacaciones de Navidad las pasamos en España y estuvimos en un pueblo del Pirineo de Huesca, ahora pasaremos a viajar otra vez, pero esta vez por Europa, Holanda.
Allí, Rubén presentó su proyecto en el que lleva trabajando bastante tiempo, y la razón por la cual nos hemos estado mudando de un lugar a otro estos últimos años. Todos estos viajes por fin han dado su fruto y hoy podemos decir que nuestro sueño se ha hecho realidad. Parece que me va a tocar seguir siendo Yeclana por el Mundo.