> Falta civismo por parte de muchos espectadores que orinan y defecan o se marchan sin recoger sus tenderetes > Urge tomar medidas con urgencia como sancionar ejemplarmente a quienes provocan tanta cochambre
Las redes sociales han elevado el tono del malestar generalizado ante el aspecto desolador que presentan al día siguiente las calles por las que horas antes pasó la Cabalgata de Carrozas. Malos olores que provocan orines, arcadas y desperdicios, manchas de suciedad que dejan transeuntes, mesas y chiringuitos a lo largo del recorrido han vuelto a ser motivo de múltiples quejas vecinales. Pero seamos justos: Al finalizar la cabalgata, los servicios municipales de limpieza se emplean a fondo para que las calles amanezcan despejadas. Es el problema de olores y manchas el que más tarda en desaparecer. Y es que falta civismo en el comportamiento de muchos espectadores que tras el paso de las carrozas se marchan sin recoger absolutamente nada y en algunos casos dejando instalados los tenderetes y hasta los improvisados toldos en medio de un estercolero de botellas, alimentos y cochambre. Por eso urge tomar medidas con contundencia para sancionar ejemplarmente a quienes orinen o derramen bebidas por las calles y a quienes tras acabar la Cabalgata no se responsabilicen de dejarlo todo como lo han encontrado. Se trata de un grave problema que nos afecta a todos y que por eso mismo solo podemos solucionar entre todos.