Irene Martínez Polo (Agencia Kara y Sight Management) y Lorena Muñoz Martínez (CIAO Models) hablan para SIETE DÍAS YECLA
La moda está siempre presente en nuestra cultura, de hecho, es una de las industrias que más dinero mueve y que más influencia crea en nuestras vidas. Lorena Muñoz – 17 años – e Irene Martínez – con 15 años – conocen muy bien cómo funciona este negocio. Desde hace unos años, estas jóvenes yeclanas forman parte de una agencia de modelos y han posado y desfilado para grandes marcas. A pesar de que es algo que a las dos les encanta, tienen los pies en el suelo al ser conscientes de lo complicado que es ganarse la vida así.
Tanto a Lorena como a Irene les ha gustado desde muy pequeñas todo lo relacionado con el maquillaje y las pasarelas. Ambas confirman que el primer paso para formar parte de este `mundillo´ lo primero que hay que hacer es apuntarse a una agencia de modelos. Irene está en la agencia y escuela de modelos Kara desde los 10 años y ahora también forma parte de Sight Management, con los que trabaja a nivel internacional. Por otro lado, Lorena comenzó a los 14 años y su actual agencia de modelos es CIAO Models. “Una vez estás dentro te enseñan nociones básicas y te hacen fotos de estudio como una primera referencia” – comenta Lorena – “la agencia te llama cuando hay castings, que pueden ser presenciales u online, o los clientes te avisan directamente”.
En realidad, es más serio de lo que parece porque ambas tuvieron que firmar un contrato con la ‘agencia madre’ (que es la que les representa) por el que ellas se comprometen a cumplir con una serie de condiciones y en las que se establece el porcentaje de beneficio que obtiene la agencia. “En el contrato está todo estipulado, por ejemplo, no puedes cortarte el pelo como quieras, sino como ellos te marcan”, asegura Lorena. “En este mundo te tienes que adaptar al cliente porque hay muchas chicas guapas que quieren ser modelos y tienes que sacar lo mejor de ti”, añade. Al fin y al cabo, es como un trabajo más y ellas son la cara visible del cliente al que representan.
Lorena: “En el contrato que firmé está todo estipulado; no puedo cortarme el pelo como a mi me gustaría”
Y no solo le exigen eso, las mujeres que quieren ser modelos tienen que medir más de 1,75 cm, la cintura 60 cm y la cadera 90 cm; con el pecho son un poco más flexibles. En cuanto a los hombres, deben medir más de 1,83 m y estar un poco tonificados. Tanto Lorena como Irene reconocen que no les obligan a seguir una dieta fija o ejercicios, pero que intentan controlarse y llevar una dieta sana. “Hay agencias que juegan con los sentimientos de la gente porque saben que no tienen el prototipo, pero aún así les crean ilusiones”, manifiesta Irene quejándose de su falta de empatía. “Es muy importante tener seguridad en ti misma, si no me aceptan pues a otra cosa” – asegura Lorena – “hay otros que se hunden”. “Hay quien tiende a compararse con otras personas, te tienes que gustar a ti misma, no por estar más delgada estás mejor” ratifica Irene. Aparte de esto las dos aseguran que el apoyo que les brindan sus padres es fundamental. Además de los numerosos viajes que tienen que hacer.
Lo que nadie ve
“Cuando te hacen una sesión de fotos la gente solo ve el resultado final, pero detrás hay muchas horas de trabajo y un gran equipo de personas. Las sesiones son largas y tienes que estar todo el tiempo con una sonrisa en la cara te encuentres bien o no”, sostiene Irene. Además, Lorena asegura que son muchas las ocasiones en las que han tenido que estar en la playa en invierno posando con bikinis o en pleno verano con abrigos porque las fotos se hacen la temporada de antes. Esto también se traslada a las pasarelas, cuando la ropa les queda grande o tienen que desfilar con zapatos que no son de su talla.
Irene: “La gente solo ve el resultado final, pero detrás hay muchas horas de trabajo y un gran equipo humano”
Irene y Lorena tienen muy claro que “esto es algo temporal y difícil de compaginarlo con los estudios”, por eso no los pierden de vista; de hecho, en varias ocasiones han rechazado trabajos si les coinciden con exámenes. “El mundo de la moda tiene una vida muy corta, como mucho hasta los 30 años, siempre tienes que tener un plan B”, detalla Lorena. Irene garantiza que “vivir de esto es casi imposible”, ella se lo toma como un hobby.
Tras las apariencias
Ambas manifiestan que “es muy distinto ver este mundo desde dentro porque no todos son unos creídos. Lo mejor es la amistad que haces con la gente y los ratos que pasas en el backstage”. En esta línea, aseguran que ser modelo en Yecla está mal visto porque les han llegado comentarios negativos, aunque con el tiempo la tendencia está cambiando.
Mientras tanto, Lorena Muñoz, que se decanta por las pasarelas, seguirá desfilando para diseñadores como Leyre Valiente o Juan Carlos Pajares; entre otros e Irene, que prefiere ser modelo de ‘beauty’ (belleza); seguirá posando para revistas como ‘Cosmopolitan’ o para las marcas Polo y Sprinter; aunque sin dejar de lado sus estudios. Y lo más importante, con confianza y seguridad en sí mismas.
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