Dos movimientos vecinales surgidos en los parajes del Lentiscar – La Pujola y del Hondo del campo
Coinciden esta semana en nuestras páginas dos alarmas vecinales surgidas ante el creciente malestar que, aunque por razones distintas, han movilizado a familias del Lentiscar – la Pujola y del Hondo del campo. Los primeros vuelven a denunciar la angustia que sufren a raiz de una nueva oleada de robos y asaltos a sus casas donde muchos de ellos residen durante todo el año. Exigen que de forma permanente, no solo de manera ocasional como hasta ahora, se incrementen las patrullas de vigilancia, ya sean de la Guardia Civil, casi inexistente en Yecla o de la Policía Nacional o Municipal con tal de sentirse de una vez protegidos para dejar de padecer la desesperación que provoca vivir atemorizados durante tanto tiempo ya.
Pero los S.O.S. que llegan desde el campo no acaban ahí. Paralelamente, vecinos del Hondo del campo se han dirigido a este periódico para informarnos que se han reunido con el alcalde para exponerle los primeros casos que ya se han detectado de trastornos de salud provocados por erupciones cutáneas, picores y olores insoportables, producidos según han constatado los primeros informes médicos por el uso incontrolado de productos químicos y pesticidas por parte de las explotaciones de cultivos de riego intensivo que han proliferado en esos parajes. Dos voces de alarma llegan desde el campo con la esperanza de que los responsables de atajar estos problemas no hagan oídos sordos por más tiempo.