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lunes, 25 noviembre, 2024
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OPINIÓN- Por Ramón Puche- «Heroínas»

El bienestar futuro de España en estos momentos depende en gran medida de la supervivencia de las pymes (pequeña y mediana empresa), responsables actualmente del sostenimiento del sistema público.

La crisis de origen sanitario ha producido como efecto desencadenante otra crisis, ésta económica, de proporciones desconocidas hasta hoy. El confinamiento de las personas en sus casas y el cierre de las fronteras, entre otros motivos, ha desembocado en que la mayoría de las empresas hayan visto cómo su facturación haya caído de un modo inasumible.  Y si hace un minuto los héroes de nuestra salud fueron el personal sanitario de España, en estos instantes les toca a los empresarios enarbolar esa bandera para salvaguardar nuestra economía.

En Yecla, el sector industrial es determinante en la economía local y aunque no hay dos empresas iguales todas tienen unos puntos comunes. Es por eso que los empresarios yeclanos están desde el primer instante que se declaró el Estado de Alarma, ocupados y preocupados en su empresas. Y es en este momento cuando hay que poner en acción todo lo estudiado, planeado y decidido estas semanas atrás.

Tres elementos indispensables convergen en esa probeta maestra de la que tiene que salir la fórmula de la viabilidad empresarial: el presupuesto anual, la financiación y la flexibilidad en la regulación del empleo. El empresario tiene que reformular el presupuesto anual y los objetivos que se había marcado para su empresa. Este paso es fundamental para acometer los siguientes procesos.

Para ello, el empresario tiene que analizar, consultar con clientes, proveedores y asesores, medir muchos factores y ser muy realista. Tiene que saber qué necesidades económicas tendrá la empresa y dibujar varios escenarios posibles con los que se pueda encontrar.

La financiación es crucial y determinante; sin ella la mayoría de empresas yeclanas caerían como un castillo de naipes, ya que todas las empresas, de un modo u otro, están interrelacionadas laboralmente. Las empresas cuando pagan a sus acreedores en la mayoría de los casos no lo hacen al contado sino que emiten compromisos de pago a futuro, compromisos que tendrán que hacer frente con lo facturado, hecho que no va a suceder.

La concesión a una empresa de liquidez con el aval de los fondos ICO, prometidos por el Gobierno de la Nación, servirá principalmente para no desproteger a otras empresas dependientes de éstas. Y hay que puntualizar que el empresario no quiere que le regalen el dinero, sino que lo pide en forma de préstamo para devolverlo con sus intereses.

Como último elemento está la flexibilidad en los ERTE, que son “expedientes temporales de regulación de empleo”, en donde la empresa pasa a su trabajador a la condición de desempleado por un tiempo, pero con el compromiso de mantener a toda la plantilla en nómina después de ese levantamiento durante un mínimo de seis meses.

Las empresas que han presentado este expediente, no van a poder incorporar a la plantilla al completo puesto que no tienen trabajo para todas. Este proceso tiene que ser dosificado y esto es lo que tiene que facilitar de nuevo el Gobierno. La entrada de los pedidos irremediablemente tiene que marcar el ritmo de la vuelta a la empresa de los trabajadores del ERTE. Hay que ser muy conservadores en este punto, puesto que de lo contrario la empresa correría el peligro de no salir a flote.

El comienzo a la actividad tendrá que recordar al empresario a los inicios de su empresa, el mínimo grupo imprescindible. Si bien el objetivo de la empresa siempre será finalizar lo antes posible con el ERTE, síntoma de que se habrá recobrado la normalidad previa al mes de marzo.

Es necesario remarcar que las empresas son de los trabajadores y de los empresarios, y que las empresas no existirían de no ser por el inestimable trabajo conjunto de todos y que si les va mal a unos irremediablemente les irá mal a todos. Es por eso que, hoy más que nunca, se necesita el empuje de todos y cada uno de los que forman parte del tejido industrial yeclano. Porque sólo remando todos hacia adelante se consiguen alcanzar los retos.

De todo esto plasmado con anterioridad el Gobierno de España tiene obligatoriamente que, como mínimo, posibilitar la financiación y la flexibilidad o de lo contrario la destrucción y la quiebra de las empresas será generalizada.

Mucha fe, fuerza y ánimo a todos.

 

(Ramón Puche Díaz es filólogo y empresario)

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