La concejala de Hostelería recuerda que la incidencia acumulada estos 14 días es superior a 1.600 casos por cada 100.000 habitantes
Cada lunes el Comité de Seguimiento de la Pandemia evaluará la situación de cada población
Aunque son plenamente conscientes del difícil momento que están atravesando, desde el Ayuntamiento piden paciencia a los responsables de bares, restaurantes y cafeterías. La concejala de Hostelería, Remedios Lajara señala que » son momentos difíciles. Ha quedado demostrado que los bares y restaurantes han hecho las cosas bien y no son los responsables de este aumento de casos pero con la difícil situación que tenemos en Yecla hay que acatar las normas y evitar que la gente se reúna».
La elevada incidencia acumulada en Yecla, con más de 1.600 casos por cada 100.000 habitantes estos 14 días ha dejado a nuestra localidad fuera de la lista de diez municipios que han podido reabrir pero con muchas restricciones, y solamente el servicio de terraza. El Comité de Seguimiento de la Pandemia irá revisando estas medidas semanalmente, todos los lunes, analizando la situación municipio a municipio. La hostelería en Yecla no podrá reabrir hasta que la incidencia no baje de los 500 casos por cada 100.000 habitantes. Y está en manos de todos conseguirlo en el menor tiempo posible.
Lajara recuerda que «en Yecla aunque se tiene claro que la causa de este aumento de casos son las reuniones familiares y de amigos en campos y en domicilios particulares, no se han podido determinar focos concretos. Es por eso que es fundamental la disciplina social. Ahora mismo tenemos los peores datos regionales, solo nos supera Caravaca y es algo lamentable. Todos tenemos que poner de nuestra parte para que esto se solucione».
La concejala señala que «el cierre de la hostelería es un daño colateral pero bastante duro de la situación de pandemia que padecemos y tenemos que tener disciplina social. No es el momento de reunirse con familiares ni amigos. Hay que estar en casa, saliendo para trabajar y hacer las compras indispensables y limitar nuestros contactos a los convivientes. Si no lo hacemos así esto puede demorarse más de lo que muchos vecinos pueden soportar».
