Su presidente, Pedro Ángel Sandoval, señala que “la disposición adicional cuarta es tan ambigua que se puede pensar tanto que en diez años se van a cerrar los centros de educación especial como todo lo contrario”
Durante los últimos días la pregunta más repetida a tenor de la nueva Ley de Educación del Gobierno que tanta polémica ha despertado era qué opinaban de la misma en AMPY. Pues bien, su presidente, Pedro Ángel Sandoval, despeja todas las dudas y afirma que tanto él como las personas que integran su colectivo sienten “preocupación.
En primer lugar, no nos gusta que el Gobierno no haya contado con nosotros a la hora de elaborar esta Ley aunque sabemos que el colectivo de discapacidad intelectual es minoritario dentro del CERMI, el Comité de Representantes de las Personas con Discapacidad. Pero si hablamos de la educación especial y se va a optar por una inclusión de los alumnos con discapacidad en la escuela ordinaria es algo que debe abordarse con el colectivo”. También recuerda que “los colegios de educación especial, como el de AMPY, el ‘Virgen de la Esperanza’, no son un recinto cerrado. Los padres siempre han podido traer aquí a los niños o recurrir a la educación ordinaria”.
Sandoval explica que “la disposición adicional cuarta de la Ley Celaá es muy ambigua. Parece otorgar a la educación especial un papel mínimo, con los colegios de nuestras características ocupándonos solamente de los niños con un mayor grado de discapacidad y otorgándonos un papel de meros asesores, sin asignarnos un presupuesto concreto”.
El presidente de AMPY recuerda que “en la Ley se dice que hay un plazo de diez años para buscar la plena inclusión pero algunos niños no pueden estar en la educación ordinaria, mientras que otros ya lo están porque su situación sí lo permite. No puede ser algo homogéneo”.
Sobre el posible cierre de los centros escolares de educación especial que algunos partidos políticos de la oposición han venido pronosticando (y que el Gobierno de España ha negado), Sandoval explica que “no existe una seguridad de que se vayan a cerrar, pero tampoco de lo contrario. Si la Ley sigue adelante tal y como está planteada faltarán recursos tanto en la educación ordinaria como en la especial para atender bien a los alumnos”.
Desde AMPY desean ante todo evitar la guerra partidista que se vive en estos días y reclaman a las formaciones políticas a nivel nacional, pero también a sus representantes en Yecla, que “tengan muy en cuenta, en primer lugar, que estamos viviendo una pandemia muy dura. Es muy doloroso todo lo que está pasando y se está cebando con los más débiles y vulnerables. Por eso nuestros políticos no pueden permitirse sembrar más temores, crispación e incertidumbre en este preciso instante. Sería muy bueno que se sentaran y consensuaran una Ley de Educación que pudiera perdurar en el tiempo. Es terrible que se esté cambiando siempre de normativa según el partido que esté en el Gobierno”, dijo Sandoval.
El presidente de AMPY reconoce que “la Ley ha añadido más preocupación a profesores, padres y a los propios alumnos de nuestro centro. No es viable incluir a los niños de educación especial en la escuela ordinaria puesto que ya actualmente faltan recursos. Es un tema muy complejo y de difícil encaje”.
