Este 8-M esta doctora yeclana ha sido reconocida a nivel local y regional por su labor como jefa de Epidemiología de la Consejería de Salud. Con ella hablamos de igualdad, de la pandemia y de su vinculación con nuestra ciudad, a la que considera su gran remanso de paz
Alex Delegido
¿Cómo ha acogido estos dos reconocimientos? Tanto el del Gobierno regional como el del Ayuntamiento que le entregarán el viernes… ¿Qué han supuesto para usted?
Del primer reconocimiento del que me enteré fue del que entrega el Ayuntamiento de Yecla. Me lo comunicó la concejala, Patricia Soriano y me quedé gratamente sorprendida porque llevo a Yecla en mi corazón. Ha sido una sorpresa muy agradable. Me gusta mucho que, según me comentó la concejala, haya habido unanimidad y me lo tomo como un reconocimiento que mi pueblo tiene conmigo.
Sigo viniendo mucho a Yecla, donde reside mi madre y algunos de mis hermanos y allí tengo mi lugar para el relax y la desconexión, en el campo. Pero por si fuera poco, Patricia Soriano me comentó unas semanas después que querían presentar mi candidatura a los Premios del Día de la Mujer que concede el Gobierno regional. La vicepresidenta, Isabel Franco, fue la primera en llamar para decirme que me habían elegido y al poco lo hizo el alcalde de Yecla, Marcos Ortuño. Estoy muy feliz porque lo considero un premio a mis compañeros de Salud Pública y, muy especialmente, a mis compañeras.
¿Cuál es la situación de la mujer en el ámbito sanitario al que usted pertenece? ¿Existe una igualdad real en el acceso a los cargos de responsabilidad, en las opciones de promoción y en los salarios?
Se ha avanzado mucho, sin duda. Pero queda mucho camino por recorrer. Queda mucha inequidad que solucionar. Las mujeres, en todas las profesiones, y también en el ámbito sanitario, debe perder el miedo a romper el techo de cristal.. Tienen que pelear por ocupar los puestos directivos para los que están plenamente capacitadas, en igualdad total con los hombres. Pero muchas veces los prejuicios, las falsas creencias, hacen que las mujeres crean que tienen que renunciar a una parte de su vida personal si promocionan laboralmente. Yo he sufrido este machismo.
Hace años, cuando mis hijas eran pequeñas y yo me iba a un curso durante un mes me preguntaban si no me apenaba dejarlas solas. Algo que no hubieran preguntado a ningún médico varón. Esos prejuicios son los que tenemos que ir derribando. Y en cuanto a los salarios sí hay igualdad cuando se trata de los mismos puestos.
Pero hay que tener en cuenta que generalmente, los hombres que ostentan los puestos de dirección cobran más porque las mujeres no suelen ocupar esos cargos. Es ahí donde se produce el desequilibrio en el mundo sanitario. Y luego hay que seguir trabajando en el lenguaje inclusivo, que no ofende ni deja nunca a nadie excluido y que yo llevo aplicando desde hace mucho porque mi lucha de género me acompaña desde bien jovencita.
Háblenos de su trayectoria formativa y profesional hasta llegar a su actual cargo en la Consejería de Salud…
Soy especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y además funcionaria de carrera, con mi plaza en propiedad. Estudié Medicina en la Universidad de Murcia y he desarrollado una amplia carrera profesional en Urgencias y en los Centros de Coordinación de Emergencias, pero sobre todo mi perfil es de investigación y epidemiología.
Además, a mis 59 años, estoy dando clases en la Universidad, algo que me llena de satisfacción. Considero fundamental transmitir mi experiencia a las nuevas generaciones que nos van a cuidar a todos en el futuro. Y desde enero de 2018 soy la jefa del Servicio de Epidemiología de la Consejería de Salud. Gestiono un amplio equipo del cual soy la cabeza visible pero que se está dejando la piel en esta dura pandemia. Son personas estupendas.
¿Cuál ha sido el peor momento de la pandemia para usted? ¿Cómo ha vivido este terrible año?
Tuvimos que enfrentarnos a un enemigo desconocido, el coronavirus y nos vimos obligados a montar un protocolo de actuación en muy poco tiempo. Hemos dado el máximo pero el peor momento ha sido esta tercera ola, porque la subida de la incidencia en enero fue terrible y sabíamos que se iban a producir muchos fallecimientos que, desgraciadamente, no podíamos ya evitar. Eso ha sido durísimo e incluso yo que soy una persona que ha estado en contacto con el sufrimiento, la muerte, y el dolor de los familiares por mi trabajo en Urgencias, lo he pasado mal. Pero por otra parte también ha sido una satisfacción poder ser útil a otros compañeros, médicos, enfermeras, residencias, Ayuntamientos que lo estaban pasando mal y nos necesitaban.
¿Ha habido errores estos meses ? ¿Cambiaría algo de su gestión?
Ni Europa, ni España, ni la Región de Murcia estaban preparadas para una tercera ola tan virulenta. Esperábamos una tercera ola del coronavirus similar a la segunda y la situación nos desbordó, pero debo decir que en ese momento se hizo lo que había que hacer, conforme a los indicadores que teníamos. Yo he puesto y sigo poniendo lo mejor de mí misma y hay que aprender de los errores para aplicar eso que aprendemos a futuras nuevas olas.
Finalmente, nos gustaría preguntarle por la vacunación y cómo serán los próximos meses…
Se está acabando de vacunar a las personas mayores de 80 años y se está empezando con las personas de entre 18 y 55 años que pertenecen a las fuerzas y cuerpos de seguridad, a la enseñanza… Debemos avanzar la vacunación y detectar precozmente, y de forma localizada, cualquier rebrote que se pueda producir. Por eso vigilamos atentamente la incidencia a siete días en todas las poblaciones. Se trata de evitar que llegue una cuarta ola, o que llegue lo más tarde posible para que tengamos a más parte de la población inmunizada contra la enfermedad.