Ya se ha hablado mucho de este tema en los últimos días, ha habido elogios hacia la decisión de Marcos Ortuño de dejar de ser alcalde para pasar a ser número 3 del Gobierno regional, y también ha habido numerosas críticas, por parte de los ciudadanos, que se sienten traicionados, y también de los partidos de la oposición como es lógico.
Vamos a tratar de analizar, de manera breve y concisa, las consecuencias que puede tener este cambio de protagonista a mitad de temporada, en torno a las dinámicas políticas de nuestro municipio.
Remedios Lajara será alcaldesa en los próximos días, el problema sucesorio del PP (debido a la personalización y al hiperliderazgo de Ortuño), se trata de arreglar a dos años de las elecciones, justo cuando había que hacerlo, pero no está claro que el PP vaya a lograr un resultado tan abultado como en 2019. Esto se debe a que, la mitad de los más de 10.000 votos que obtuvo el PP en 2019, son gracias a la figura de Marcos Ortuño, una figura que causa simpatía en la mayoría de los bloques ideológicos que componen la sociedad yeclana. Solo hay que comparar resultados en elecciones municipales y generales, en municipales 10.000 votos para el PP y mayoría absoluta, en generales más de 5.000 votos muy cerca del segundo partido, que es el PSOE.
La renuncia de Ortuño puede hacer que su partido pierda en las próximas municipales la mitad de los votos, y puede suponer un incremento en el porcentaje de voto para el PSOE de Yecla, debido a que el PP y el PSOE en Yecla comparten un buen número de votantes que podrían votar a cualquiera de los dos partidos, y que, con la salida de Ortuño, ya no tendrían esa motivación extra de seguir votando al PP y podrían pasar al PSOE de nuevo.
Si el PSOE de Yecla en la próxima campaña se lanza a por esos votantes moderados (estilo Gabilondo), que les podrían hacer crecer y mirar de tú a tú al PP, seguramente muchos votantes que se encuentran dentro del espectro ideológico de la izquierda podrían sentirse ciertamente abandonados por el discurso de un PSOE moderado, y podrían ir a parar a IU-Verdes Yecla, el verdadero partido de la oposición esta legislatura, que podría volver a luchar por ese tercer concejal que perdieron en 2019 por el efecto Pedro Sánchez. Incluso podrían luchar por algo más si siguen siendo la china en el zapato del Gobierno municipal.
En cuanto a Ciudadanos, bueno, seguramente se quedarán fuera de la Asamblea de Madrid, y eso, junto con el descalabro de la fallida moción de censura en Murcia, precipitará que el partido desaparezca, veremos si anexionándose al PP, o a la nada. Por lo que ese votante de Ciudadanos que ha dejado de ver a su partido como un partido útil, podría pasar al PP y reforzar la candidatura de Lajara.
Y, por último, Vox, que a día de hoy no existe en este pueblo, se podría plantear a partir de ahora, seriamente, presentar su candidatura para las próximas municipales, ahora que su máximo rival ya no está, y más sabiendo que conseguirían representación sí o sí.
En resumidas cuentas, el próximo gobierno municipal dependerá y mucho del número de partidos que compitan en cada eje ideológico. Si en el eje de la derecha compiten PP, Vox, y Cs, podríamos estar ante un descalabro de la derecha debido al sistema electoral que castiga al excesivo multipartidismo, y podríamos vislumbrar, después de casi 30 años, un nuevo gobierno que deje de ser popular, y que podría ser de izquierdas, cosa que también dependerá de que no haya sorpresas en el eje de la izquierda, y solo se presenten los dos partidos de siempre, PSOE e IU.
Ante todo este amalgama de datos y predicciones, solo cabe destacar, que por primera vez desde hace muchos años, en Yecla, otros partidos tienen opciones, podemos decir que hay partido, un partido largo y seguramente con prórroga agónica, pero hay partido, y ya no caben las excusas de que: ‘’Es que Marcos va a ganar sí o sí’’. Cambio de actores, posible cambio de régimen. La clave estará en la fidelidad del voto, y en la volatilidad del voto intrabloques e interbloques ideológicos, un fenómeno que aquí no se daba desde hace años.