El próximo lunes 18 de octubre se celebra el ‘Día de las escritoras’ y ya vamos por la sexta edición: “La Biblioteca Nacional de España celebra la sexta, una iniciativa organizada en colaboración con la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias (FEDEPE) y con la Asociación Clásicas y Modernas, con el objetivo de reivindicar la labor y el legado de las escritoras a lo largo de la historia. Como en ediciones anteriores, la fecha elegida es el lunes posterior más cercano a la festividad de Teresa de Jesús (1515-1582), que se conmemora el 15 de octubre”.
“Esta sexta edición cuenta con el comisariado de la poeta y filósofa Marifé Santiago Bolaños, quien ha elegido el tema ‘Leer las edades de la vida’. Los libros se escriben solo para un@ lector@, la/el que los hace estar de nuevo cuando los lee. Por eso, la escritura va dando cuenta de las edades de la vida y nos permite elegirnos, recuperarnos y soñarnos entre las páginas de los libros. De los libros que hemos leído, de los que leeremos, de los que se escribieron para nosotr@s, aunque no los hayamos encontrado aún”.
“En los actos que se organizan en la sede de la Biblioteca Nacional, este año, por primera vez, se leerán textos de escritoras vivas como Rosa Montero, Fanny Rubio, Elena Poniatowska o Susanna Rafart y se incorporarán textos de teatro y ensayo. En total, más de una veintena de textos de autoras, entre las que no faltarán indispensables como Teresa de Ávila, Aída Cartagena Portalatín, María Moliner, Gabriela Mistral o Francisca Aguirre. Por su parte, el Ensemble María de Pablos, formado por Cristina del Barrio (mezzosoprano), Noelia Gómez (viola) y Puerto González (piano), interpretará algunas piezas inspiradas por textos de escritoras”.
En la edición de 2020 uno de los discursos corrió a cargo de Anna Caballé, Presidenta de la Asociación Clásicas y Modernas: “…Teresa de Jesús, la escritora que mejor representa la eclosión del movimiento espiritual de su tiempo fue también una grandísima lectora, desde el “Amadís de Gaula” y otros libros de caballerías a los libros contemplativos escritos en un temprano castellano y cuya lectura la complacía en extremo porque ella no sabía latín como recuerda en el “Libro de la Vida”. Y de aquel placer de la lectura en un incipiente castellano, se vio privada bruscamente cuando Fernando de Valdés, Gran Inquisidor, incluyó aquellas modestas lecturas en el Índice de libros prohibidos (1559) por considerar que aquella literatura devocionaria y contemplativa escrita en lengua vulgar era una literatura propia de “esposas de carpinteros”, una expresión que había utilizado despectivamente Fray Luis de Granada, gracias a eso sabemos pues que las esposas de los carpinteros del siglo XVI leían, leían y, probablemente, también escribían sus cosas. Y a base de mucha paciencia y esfuerzo nosotras, hijas y nietas de aquellas “esposas de carpinteros” recordamos con honor a nuestras antepasadas. Más de doscientos cincuenta años después, otra escritora, Carolina Coronado, se quejaba todavía de que las alas de águila de su espíritu de poeta estaban sujetas a la roca inmóvil de su condición de mujer…”
Cada año aparecen nuevas obras de escritoras en los escaparates de las librerías, en los estantes de las bibliotecas, encima de nuestras mesas… que se unen a los libros que ya se han hecho un hueco en nuestra trayectoria lectora. “De ninguna parte” de Julia Navarro; “Sira” de “María Dueñas; “Papel y tinta” y “Promesa de juventud” de María Reig; “La sonata del silencio”, “Mi recuerdo es más fuerte que tu olvido” y “La sospecha de Sofía de Paloma Sánchez-Garnica”;“Cerrando puntos suspensivos” de Rozalén; “Mujer océano” de Vanessa Martín; “Material sensible. Canciones y poemas” de Rosana; “Panza de burro” de Andrea Abreu; “Setenta y dos vírgenes” de Chelo Sierra, (XXV Premio de Novela Corta “Salvador García Aguilar”); “Agatha, tú que me entiendes” de Mari Carmen Cortés Sempere; “Mil pájaros de papel: La historia de Sadako Sasaki (Nube de Tinta)” de TakayukiIshii; “Persépolis” de MarjaneSatrapi; “Mitología para niños” de Engracia Robles Rey y Laura Cerdán Sandoval; “El futuro recordado”, La luz sepultada” y “El silbido del arquero” de Irene Vallejo; “Todas cuentan. “24 cuentos ilustrados sobre mujeres yeclanas” de Marta López Juan; “Los idus de agosto (o de la ermita de piedra que arrulla)” de María Martínez Azorín… pueden ser algunas de las lecturas para celebrar el “Día de las Escritoras” y ver cómo se desarrollan las ilusiones y los miedos de esa realidad habitual que va atrapando las palabras, de la ficción o no, para acercarnos a la profundidad del escenario de la imaginación.
A disfrutar de las escritoras y felicidades, en la onomástica, a las que comparten el nombre con “la mística y andariega monja” Teresa de Jesús o de Ávila.