Juan Carlos Ferre – Docente
El 14 de marzo de 2020 a causa de la pandemia se nos confinó en casa y se nos pidió que siguiéramos siendo docentes, haciendo aquello que sabíamos hacer pero de un modo diferente: de manera telemática. Para ello, tuvimos que formarnos, por nuestra cuenta, buscando vídeo-tutoriales o visitando una gran variedad de webs.
Tuvimos que conocer aplicaciones que han ido avanzando y mejorando desde entonces: Classroom, Aula Virtual, Meet, Zoom, etc, etc, etc… Y lo hicimos con nuestros propios recursos, con nuestros dispositivos y con nuestras compañías telefónicas. No pedimos nada a cambio, ni horas de formación al CPR, ni compensaciones para cubrir los gastos personales; lo hacíamos porque creíamos que era nuestro deber para con la sociedad, y porque creíamos que era la mejor forma de llegar hasta nuestros alumnos, y la más segura, claro. También los claustros y las evaluaciones fueron telemáticos cumpliendo con las medidas sanitarias y gracias a lo aprendido en las aplicaciones virtuales.
Cuando comenzamos el curso 2020/21, se implantaron todas las medidas sanitarias que ordenó la Consejería de Sanidad junto con la de Educación para que se pudiera dar clase en los institutos de la región pero priorizando la seguridad: distanciamiento social, mascarillas, semipresencialidad, turnos de entrada y salida, etc. Todos los equipos directivos invirtieron horas y horas para la posterior organización desconocida hasta el momento en la historia de la educación.
En ese momento comenzamos a ser profesores de día y de tarde, porque reanudamos las clases por la mañana y las plataformas virtuales por las tardes. Realizamos todas las reuniones, evaluaciones, claustros, CCPs de manera telemática durante todo el curso y solamente hicimos presenciales las evaluaciones ordinarias y extraordinarias de mayo, junio y septiembre. Y el resultado fue bueno.
Ahora, comenzado ya el curso 2021/2022, la situación pandémica ha cambiado positivamente y se ha podido suprimir la semipresencialidad, se ha reducido la distancia entre pupitres, pero se siguen manteniendo los turnos de entrada y salida del centro para evitar aglomeraciones y para prevenir posibles contagios. En cambio, a los profesores se nos pide que volvamos a hacer las evaluaciones presenciales, ya no se nos permite usar la formación adquirida durante los dos años de pandemia previos.
Se nos pide que volvamos al sistema que llevábamos años atrás. Bueno, corrijo, se les pide a unos profesores sí, a otros no, dependiendo del centro en el que trabajen y de la interpretación de la normativa por parte del inspector de zona. La gran mayoría de las plantillas de profesores de secundaria están formadas por profesionales que viven lejos de sus destinos, esa distancia les impide que puedan conciliar mínimamente su vida familiar y personal, el tiempo invertido en ese aprendizaje, no pagado y no valorado por nadie, lo damos por bueno, porque al incluir en nuestra labor esas herramientas telemáticas hemos podido trabajar desde casa y conciliar nuestra vida familiar y laboral.
Consideramos un retroceso en el avance de nuestra profesión dejar de usar esas herramientas telemáticas, además de un agravio comparativo con la situación laboral del resto de compañeros de otros centros que sí han aprendido del pasado y están haciendo uso de esas herramientas para mejorar su situación familiar y personal. Además, consideramos peligroso que muchos compañeros de fuera tengamos que permanecer en el centro educativo desde primera hora de la mañana hasta última de la noche, quedándonos a comer todos juntos siendo la conducción después de tantas horas de trabajo nada segura. Sé que a la Consejería eso no le importa nada, pero a nuestras familias y a nosotros sí que nos importa.
Y por ello, rogamos que se tenga en cuenta la posibilidad de poder realizar las evaluaciones de carácter informativo, la inicial, primera y segunda, de manera telemática. Lo que estamos pidiendo es que no se dé un paso atrás en la mejora de nuestra labor como docentes: no somos mejores ni peores profesionales por estar presentes físicamente o telemáticamente.
