Muy implicada con el Carnaval , en el que lleva saliendo desde 2009, por su labor preparando las coreografías de la Peñas Troya y El Desenfreno, en su academia, Crearte, la Reina del Carnaval recuerda lo complicado que ha sido ensayar en pandemia y anima al público a arroparles
¿Cómo ha vivido este gran primer fin de semana de Carnaval en el que ha tenido lugar su Coronación?
Ha sido precioso. Ya desde el momento en que el público pudo ver mi traje hubo una gran ovación en el Teatro. Además, la chica que me puso la corona, la hermana de la Reina de 2019, Rocío Palao, ha sido alumna mía en la Academia. También el momento en que la alcaldesa, Remedios Lajara, me impuso la banda fue muy emotivo. Y ver a todo el mundo en el Teatro me hizo cerciorarme de algo muy importante. Que la pandemia no ha podido con las ganas e ilusión de las Peñas. El Carnaval ha sobrevivido y está más fuerte que nunca, porque he visto un nivel en los trajes y las coreografías superior al de 2020.
¿Cuál ha sido su trayectoria dentro del Carnaval y que culmina con su Reinado este año?
Yo soy ilicitana de nacimiento. Pero dejamos Elche cuando tenía 9 años y he vivido en Yecla desde entonces. Cuando era jovencita empecé a participar en el Carnaval, fue por 2009. Yo debía tener entonces unos 15 años y me inicié con la gente de Lucasport en la Peña El Destello, de Aurora García, con la que sigo teniendo una excelente relación. Bastantes años después ya como una de las propietarias de la Academia Crearte, fundé la Peña Troya, en 2018 y también me hago cargo de El Desenfreno, con la particularidad de que es la única Peña de Yecla que tiene en sus filas niños y niñas de entre 3 y 6 años. Por lo tanto siempre he estado vinculada al Carnaval. Me encanta el baile y me gustan mucho los niños. De hecho, los bailes con los más pequeños son siempre muy lúdicos. Para que se lo pasen bien, que es en definitiva lo que todos esperamos conseguir cuando llega el Carnaval.
Como persona que participa desde hace tantos años en el Carnaval… ¿Cómo ve la evolución del mismo hasta llegar al momento actual?
Ha sido algo increíble. Es preciso tener en cuenta que cuando yo empecé a salir en los desfiles, no había más que unas seis o siete Peñas. Ahora mismo tenemos 20, si bien es cierto que las 20 que hemos salido este año procedemos de las academias de baile de Yecla. Pero la situación ha dado la vuelta. De un desfile pequeño, poco lucido, hemos llegado a un evento festivo que mucha gente de fuera viene a ver. El esfuerzo de la Concejalía de Festejos por potenciar el Carnaval es evidente. Se han mejorado muchos aspectos, desde acotar el desfile para que nadie se pueda colar mientras se está celebrando y deslucirlo, así como unos focos blancos que hacen que todos resaltemos mucho más. Y creo que el futuro del Carnaval de Yecla no ha tocado techo. El nivel que he visto este año, como ya he comentado antes, creo que así lo augura.
¿Qué momento elegiría si tuviera que quedarse solo con un acto, o con un determinado instante del Carnaval?
Si me hacen elegir, me quedaría con la emotividad e importancia de los últimos diez minutos del gran desfile del sábado. Ahí los que amamos el Carnaval somos conscientes de que está a punto de terminar pero también de que lo hemos dado todo. Es un momento muy bonito de reencuentro, porque cada vez la participación en este desfile es mayor. Al ser fin de semana viene mucha gente que está fuera de Yecla por motivos de estudios o trabajo. Yo por ejemplo, me suelo encontrar con muchas antiguas alumnas de la Academia. Y siempre es bonito.
¿Ha resultado muy complicado ensayar las coreografías en plena sexta ola de la pandemia?
Bastante complicado y duro. Ha sido un obstáculo que hemos tenido que sortear porque siempre había algún integrante de las Peñas enfermo o confinado por contacto con un positivo. Fue muy duro a finales de 2020 y principios de 2021 asumir que no habría Carnaval, pero este 2022 hemos vuelto con ganas. Se han hecho turnos, hemos bailado con mascarilla, pero la vida ha de abrirse paso y la normalidad tiene que ir regresando.