Beatriz Barberá Belda – Delegada sindical CESM Región de Murcia
El pasado jueves 31 de marzo el Sindicato Médico de la Región de Murcia CESM, convocó una concentración en la puerta de los centros de salud, para protestar nuevamente por las condiciones laborales de los profesionales médicos.
Antes de la pandemia por coronavirus, la atención primaria ya estaba infra financiada, con una gran descompensación entre las múltiples funciones que desempeñaba y los recursos humanos y materiales que se destinaban a ella. Después de la pandemia, con los médicos, agotados, enfermos por causa de la sobrecarga laboral y sin una administración que los cuide, siguen sin tener el reconocimiento que se merecen. Y ven con frustración, como la primera puerta de acceso a la sanidad que tiene la población, cada vez es más pequeña, vieja y remendada.
Todos (políticos, usuarios y profesionales) sabemos que la Atención Primaria es uno de los pilares de nuestra sanidad y del Estado de Bienestar. Todos los españoles nos sentimos más seguros sabiendo que contamos con nuestro médico de Familia y/o pediatra en el que confiamos. Aquel que nos conoce y que nos acompaña desde nuestro nacimiento hasta nuestro final.
Sin embargo, en nuestras manos está que todo lo vivido por los médicos y profesionales de la atención primaria, el abandono sufrido, no eclipse todo aquello que es la Atención Primaria: el mejor aliado de su paciente. La que resuelve el 95% de las patologías en España, el muro de contención en una pandemia o simplemente donde se encuentran nuestros médicos de confianza, con los que compartimos nuestras inquietudes.
La Atención Primaria está amenazada principalmente porque no se les ofrecen unas condiciones óptimas de trabajo. Los Planes, sobre el papel están muy bien, pero deben llegar de la mano de inversiones que los hagan realidad.
Desde el Sindicato Médico de la Región de Murcia lo tenemos muy claro:
• Necesitamos una inversión de al menos el 25% del gasto sanitario y que ésta sea además finalista.
• Necesitamos plantillas acordes al tamaño de la población, pero también a sus necesidades de salud. Y con el tamaño suficiente para que las incidencias del día a día no supongan una merma en las condiciones de trabajo de los médicos, ni en las condiciones de atención a nuestros pacientes
• Contratos estables para los profesionales de la Atención Primaria
• Necesitamos unas ratios de 1250 TIS por médico de Familia y 900 TIS por pediatra y unas agendas con un tope máximo de 30 pacientes, a los que les podamos dedicar el tiempo necesario. El tiempo resulta vital, para una asistencia de calidad, para la formación continuada, docencia e investigación; para analizar los resultados de nuestra actividad y poder implantar acciones de mejora y desechar -o dejar de hacer- actividades obsoletas o con poca evidencia y sustituirlas -si fuese el caso- por otras más eficientes o más coste/efectivas.
• Disminución de la burocracia en las consultas
• Necesitamos que la oferta de plazas MIR contemple los déficit actuales y futuros en las plantillas de médicos de Familia y pediatras, y tener asegurado el recambio generacional.
• Necesitamos que se prevean herramientas para poder acabar con las demoras en AP, como ocurre con las listas de espera quirúrgicas.
• Reivindicar el acceso a más capacidad diagnóstica y terapéutica, así como a una mayor y más efectiva actividad en promoción y seguimiento de salud pública.
• Implantación de sistemas de seguridad en los Centros de Salud para que disminuyan las agresiones a sanitarios.
Necesitamos, en definitiva, liderar con autoridad y competencias todas las posibilidades que una Atención Primaria de calidad, moderna y responsable puede ofrecer al conjunto de la ciudadanía.
Y todo esto lo necesitamos YA, antes de que sea demasiado tarde y desaparezca la Atención Primaria de nuestra Sanidad.
Por eso estamos aquí, por la Atención Primaria y en defensa de la Atención Primaria. Y seguiremos defendiendo su labor, poniéndola en valor y luchando por su cuidado.
