Gabriel López Bañón
Permítanme despedirme de la Secretaría de la Asociación de Mayordomos tras seis años en el cargo, reivindicando la importancia que tiene una entidad como esta en la sociedad yeclana.
La Asociación de Mayordomos no solo es una asociación más en nuestro pueblo; es el garante de la tradición más importante que hay en Yecla y el punto de anclaje de los tres elementos que la sustentan, la Historia, la Fe y la Fiesta, sin esos tres elementos las Fiestas de la Virgen no tendrían el significado y la importancia que tienen y estoy seguro que sin la Asociación de Mayordomos ese frágil equilibrio sería imposible de lidiar, más aun en la sociedad actual en que vivimos. Por eso excúsenme si desde aquí les digo que hagan “oídos sordos” a todos aquellos que intentan poner obstáculos al trabajo que durante 90 años esta Asociación ha realizado, adaptándose a los tiempos cambiantes pero siempre sin perder la esencia para la que fue creada, mantener viva la Tradición, la Fe y la Fiesta.
Hemos sufrido prohibiciones, guerras, pandemias, restricciones y siempre hemos salido reforzados de las mismas. En los últimos seis años hemos tenido que afrontar la aplicación de la ITC26 y que gracias a todos, y al trabajo incesante y constante, hemos conseguido demostrar que Yecla es un referente a nivel estatal en el uso de la pólvora; debemos continuar con ese trabajo en el futuro, calmado pero efectivo por el bien de nuestras Fiestas.
Quiero agradecer a todas aquellas personas que habéis compartido conmigo estos años en la Asociación de Mayordomos, en especial a José Francisco Puche Forte que confió en mí desde el principio y con el que he trabajado mano a mano, incansablemente, con la única meta de engrandecer nuestras Fiestas. Seguiré trabajando sin descanso en todo lo que se me pida.
Y, cómo no, a mi familia, en especial a mi mujer y mis hijos, que durante estos años han sufrido mis ausencias, mis olvidos y mi falta de atención hacia ellos, gracias por estar siempre ahí, por quererme y por comprenderme.
Quisiera acordarme también de mis padres y abuelos: ellos encendieron la llama que desde los tres años despertó en mi esta pasión por las Fiestas de la Virgen, una llama que ha ido creciendo y veo difícil que se apague.
Gracias a todos.
