Hoy es ya 30 de junio, acaba el curso, las aulas se quedan vacías y el claustro de profesores debería estar contento, porque comienzan nuestras vacaciones pero este año no es así, pues contigo se ha ido nuestra alegría. Eras una especie de imán, y sigues siéndolo, a pesar de que ya no estás físicamente entre nosotros, al que resultaba imposible no acercarse. La bondad y la lealtad eran dos de tus virtudes. Sin duda. Tengo solamente la esperanza de que el tiempo nos ayudará pero, solo es esperanza, pues no es, ni siquiera, certeza, para poder pensar en ti sin que nos tiemble la voz al hablar y sin que nuestros ojos se llenen de lágrimas.
Ese concurso al que soñábamos con ir para ganar miles de euros y poder viajar con vuestros hijos sólo disfrutó de nosotros en ese estupendo casting que hicimos, con esa camiseta tan glamourosa, diseñada para la ocasión y que en estos últimos días miro más de lo que debiera, con ese nombre tan yeclano que buscamos sin ser ninguno de Yecla: PUÉ. Estudiamos las banderas y las capitales del mundo y no nos preguntaron ni una…
Queríamos ser periodistas destacados y por eso ideamos esa radio escolar en un almuerzo en el que te recuerdo tomando una tostada de boquerones en vinagre que tanto te gustaban y bebiendo un zumo de naranja antes de una infusión de manzanilla. Prometo que la cuidaremos con el mismo esmero con el que la pusimos en marcha y no me olvido de esa sintonía que Raquel nos hizo y que tanto hemos oído. No lo hagas tú. Onda Puche permanece en ti.
Te pienso y en mi cabeza resuenan nuestras carcajadas, las tuyas más que las mías cuando jugábamos a ser futbolistas con frases tan estereotipadas como el fútbol es así, juego por la confianza del mister, el cesped estaba seco, el balón no rulaba y la mejor de todas… nunca hablo de los árbitros… recalcando siempre tu vena madridista que no podías disimular y que defendías con uñas y dientes .¿Quién se encargará de recoger el dinero de la quiniela que durante años organizaste tú con una paciencia infinita?
Desde que te nombraron coordinador de CAF educación nunca fuíste el mismo, las encuestas se apoderaron de ti, y a cada pregunta que hacías querías que te respondiéramos con del 0 al 4, dime un número, pues ya no te servía el típico bien, mal o regular.
Aún está en nuestros móviles ese grupo de wasap que hiciste para organizar los almuerzos quincenales que tan bien nos sentaban con ese nombre tan sugerente almuerzos saludables al que acompañaste con la imagen de un plato de patatas al montón con huevo frito y beicon. Del queso ni hablo.
Me dejas sola para tomar esas gachasmigas que tanto te gustaban y que te acompañaban con un trozo de cebolla cruda que, jueves tras jueves nos preguntábamos qué pintaba ese bulbo cerca de un manjar tan yeclano.
Debo buscar a alguien que me mande la hoja de la sesión de evaluaciones que me enviabas sabiendo a ciencia cierta que yo te esperaba y que sin tu mensaje estaría despistada sin saber cuándo tenía que evaluar, era un acuerdo tácito que durante muchos años llevamos en secreto.
También unos pocos meses antes de irte supe de tu afición a la percusión y el destino quiso que tu profesor fuera un muy buen amigo que no dudó en decirme con gran orgullo que las matemáticas no eran incompatibles con la música pues lo hacías bastante bien.
Para despedir el curso ayer muchos de tus compañeros, después del claustro, se reunieron en una comida. Te parecerá raro pero sentíamos que estabas allí entre nosotros, como tantos años, con tu sonrisa, tus chistes y esas piernas largas que eran incompatibles con el baile.
Te has ido como un auténtico gladiador y te damos las gracias por haberte tenido cerca, por saber, gracias a ti, lo que es la auténtica valentía.
Nos has dejado pero tu recuerdo permanece en cada uno de nuestros corazones. Tenlo por seguro. TERRA SIT LEVIS TIBI.
