A estas alturas todos los partidos locales ya han comenzado con el quebradero de cabeza de confeccionar las listas electorales
Me suena que ya lo he contado pero, aprovechando que el río Pisuerga de las próximas elecciones de mayo cada vez pasa más cerca, lo vuelvo a sacar hoy a colación. Hace años un alcalde de Yecla me confesó que se echaba a temblar cuando llegaban las Municipales. Al parecer, muchos vecinos se le acercaban para que contara con ellos a la hora de elaborar la candidatura. “Cada vez que alguien se me ofrece para estar al frente de una concejalía soy consciente de que acabo de perder un amigo y un puñado de votos porque cuando se entere de que no he contado con él me irá poniendo verde diciendo que él era bastante mejor candidato que todos los de la lista”. El alcalde se refería a que no podía contar con todos los voluntarios que le salían por la calle como setas, y que además la elección de los 21 no dependía solo de él. (Punto y aparte y cambiamos de asunto aunque seguimos hablando de lo mismo).
A estas alturas todos los partidos han comenzado ya con el quebradero de cabeza que les supone confeccionar sus candidaturas. Saltan chispas en las sedes cada vez que llega ese momento. Hay que atar los machos muy bien atados para evitar grescas internas. Cada formación saben que el escrutinio final depende en gran medida de los votos que sean capaces de atraer todos y cada uno de los integrantes de sus listas. Por eso hay que andar con pies de plomo. De ahí también que muchos concejales que no van a repetir en las próximas elecciones nunca se enteran hasta casi el mismo día en que la candidatura se hace pública. Si supieran antes de la cuenta que su partido ya no va a contar con ellos podría pasar que se liara una trifulca de las gordas en plena campaña. A nadie le gusta que lo echen a un lado para sustituirlo después de años batallando en su concejalía. (Segundo punto y aparte y oido al parche).
El otro toro por los cuernos que tienen que agarrar los partidos a la hora de cerrar sus candidaturas es el relativo a las retribuciones. También ya hemos comentado por aquí: haya concejales que no cobren, o cobran cuatro chavos, por desempeñar su trabajo porque los presupuestos de los grupos municipales solo llegan hasta donde llegan y por ahora poco va cambiar la cosa. No solo tienen que atinar con los candidatos que más seduzcan al electorado sino que a la vez tienen que convencer a esos candidatos del porqué unos van a cobrar más, otros menos y otros se quedan a dos velas. No me gustaría estar en la piel de los que tienen que decidir quiénes salen de la lista, quiénes entran y cuánto y en concepto de qué va a cobrar cada uno de los concejales de su grupo, sobre todo en las candidaturas que tienen más probabilidades de gobernar. Concluyendo: qué gran mérito tienen sobre todo los concejales que se quedan con el culo al aire en el gobierno y la oposición asumiendo con agrado que no les queda otra que aguantar el tirón. Sin todos ellos ellos no se mantendría en pie nuestra democracia. Aunque no cobren nada lo llevan en el sueldo. Yo me entiendo.
