Victor Muñoz – Graduado en ciencias del deporte, instructor y entrenador personal en Elide Wellness Center.
El deporte esta en auge por la diversión, la liberación y todas las mejoras fisicas que reporta y, dentro de él, una de las actividades del fitness más practicadas es el entrenamiento de fuerza. Pero ¿sabes todo el bien que puede hacer por ti a cambio de unas gotas de sudor? En este artículo vamos a ver los beneficios del entrenamiento de fuerza en todas las edades.
Comenzando con los niños, y dejando atrás todos esos mitos sobre su contraindicación en estas poblaciones por las lesiones o por el parón del crecimiento que se suele argumentar, hemos de tener en cuenta que un niño hace uso de la fuerza desde el nacimiento. Con el implemento de programas pautados y supervisados de fuerza en niños y adolescentes, se puede ver cómo, además ganar fuerza y resistencia muscular como para dominar su propio peso corporal, sus tejidos blandos (tendones, ligamentos, articulaciones) y huesos se vuelven más resistentes ante accidentes, golpes y caídas fuertes. Este entrenamiento lleva implícito también la mejora de otras capacidades motrices como son la flexibilidad y movilidad, la rapidez y la coordinación, siendo un complemento imprescindible en cualquier deporte que se practique desde estas edades dada la mejora del rendimiento que conlleva. Además, la reducción del porcentaje graso y la mejora de la composición corporal hacen del entrenamiento de fuerza un arma necesaria y eficaz contra el sobrepeso y la obesidad infantil, produciendo también una mejora de la percepción corporal y un aumento de la confianza en un mismo y la autoestima. Para terminar este punto, recalcar que educar a un niño en la práctica de actividad física conllevará que crezcan manteniendo este tipo de hábitos saludables durante su vida aprovechándose de sus beneficios en cada una de las etapas que la componen.
Durante la vida adulta, el tiempo dedicado a nuestra actividad física se ve drásticamente
reducido en pro del horario laboral. Dado el avance de la sociedad, cada día los trabajos son más sedentarios y, aún los físicos, se enormemente facilitados por la ayuda de las nuevas tecnologías. Es por ello que se hace fundamental encontrar tiempo para entrenar. Los beneficios del trabajo de fuerza en esta etapa pueden favorecer a que nuestros días en el trabajo no sean tan arduos al estar adaptados a estímulos más potentes. En el plano físico, por supuesto el ejercicio sigue siendo un gran protector ante enfermedades o lesiones de distintos tipos o herramientas imprescindibles en su recuperación, mencionando también su fuerte papel preventivo para etapas posteriores. Además, las ganancias musculares resultantes del mismo pueden ser un gran aliado a la hora de la mejora de la composición corporal, tanto para aumentar y conseguir un cuerpo mas tonificado como para acelerar nuestro metabolismo y así conseguir perder peso.
Ya durante la tercera edad gozamos de nuevo un mayor tiempo para poder disfrutar de nuestras actividades cotidianas al concluir el ciclo laboral. Sin embargo, la principal dificultad con la que nos encontramos es la aparición de los primeros “achaques de la edad”. El deterioro humano se produce a nivel multisistémico, siendo uno de los más perjudicados el sistema motor (huesos y músculos). La sarcopenia es la pérdida de fuerza y masa muscular y, con ello, eficacia del movimiento, y la osteoporosis, la pérdida de resistencia de los huesos asociada a la edad. Pues bien, además de otros muchos beneficios que hemos nombrado anteriormente, el trabajo de fuerza es indispensable para preservar la densidad mineral ósea y retrasar el proceso sarcopenico, ayudando con ello mantener el ritmo y la estabilidad de la marcha, prevenir caídas ya sea de forma fortuita o por fracturas, mejora la postura reduciendo dolores musculares y consigue mantener la capacidad cognitiva. En otro orden de cosas, se ve muy relacionado con la disminución del riesgo de sufrir enfermedades coronarias, combate la diabetes, reduce la presión arterial y un largo etcétera de beneficios referidos a patologías.
Como conclusión, el deporte es una de las armas más efectivas para mejorar nuestra salud y calidad de vida en todas y cada una de las etapas de ésta, y el trabajo de fuerza debe ocupar un lugar bastante importante en la planificación de nuestro entrenamiento.
¿Nunca has practicado esta modalidad? ¿No sabes por dónde empezar? En Gimnasio Elide te asesoraremos para que la entrenes de forma segura y eficaz. Ven a conocer y “Que la fuerza os acompañe”.