No estoy muy seguro pero creo que no es la primera vez que echo mano de este titular tan asistido. Gachasmigas para todos o como las conocemos ahora “Gachasmigas populares”. Qué haríamos en Yecla sin las gachasmigas que nos sacan de tantos apuros cuando tenemos que dar de comer a más gente de la cuenta y procurando que el bolsillo se resienta lo menos posible. Las gachasmigas son lo más parecido al milagro de los panes y los peces. Imaginemos que en vez de gachasmigas el plato más típico de Yecla a la hora de juntarnos un gran número de comensales fueran espárragos trigueros con hojaldres de salmón o rabo de toro con gratinado de patatas al romero y laurel. No quiero ni pensarlo. Madre mía del amor hermoso.
En menudo “fregao” se meten ya los voluntarios maestros gachasmigueros, capaces de hacer gachasmigas para miles de bocas hambrientas, como para que tuvieran que cambiar el agua y la harina, el ajo, el aceite y la sal por toda esa clase de modernas exquisiteces. Sería imposible poder dejar satisfecho el estómago de tantos convidados en una sola sentada. Pero que no cunda el pánico. Por suerte para Yecla y la generosidad gastronómica yeclana tenemos entrañables e idolatradas gachasmigas que desde tiempos inmemoriales son una más de la casa. Porque no hay mesa en este término donde no se degusten en familia a la más mínima ocasión o se sirvan a los forasteros que nos visitan. Tanto es así que tendríamos que empezar a mover el dossier necesario para declararlas Embajadoras de Yecla en España y en el Mundo. Y que me perdonen las pelotas, los gazpachos, las patatas en caldo con bacalao, el queso frito con tomate, las empanadas o los panes de San Blas. Las gachasmigas se han ganado por derecho propio el honor de representarnos como el plato tradicional más cocinado de Yecla.
Para almorzar, comer, merendar y hasta para cenar si así se tercia. Las gachasmigas aventajan con diferencia a los demás manjares de nuestra tierra. ¿Verdad que no imaginamos unas pelotas o unos gazpachos para almorzar o para cenar? Sin embargo a cualquier hora las gachasmigas son capaces de satisfacer a un casi infinito número de invitados porque las gachasmigas pueden con todos, con todo y a toda hora. Y si no, por si a alguien le queda alguna duda del valor patrimonial y la querencia de los yeclanos hacia las “gachas-amigas”, que se lo pregunten a los miles y más miles de paisanos que volvimos a compartir sopas y tragos en las “Gachasmigas populares” de este año. En mitad de la calle, en un cuartel, ahora que llegan las Fiestas de la Virgen, en la mesa más elegante o en la cochera más corriente, gachasmigas para todos. Con calor, con frío, con lluvia o con nieve. No hay ningún otro plato de nuestra gastronomía capaz de superar la omnipresencia de las gachasmigas en la vida de los yeclanos. Lo dicho: se han ganado a pulso el reconocimiento de Embajadoras de Yecla en todas las mesas de España y el Mundo.