finalista del concurso de jóvenes compositores SGAE-CNDM, se puso a componer cuando acabó sus estudios oficiales.
Profesora de Armonía en el Centre Professional de Música de L’Alcúdia, está a las puertas de obtener un gran premio nacional con su “Neighborhood”. Se lo lleve o no, ya es ganadora
Es usted una de las cuatro finalistas del Premio Nacional de Jóvenes Compositores… ¿Cómo ha vivido formar parte de esta selección y qué supone en su carrera musical?
Al principio con mucha alegría e ilusión. Me enteré en el metro yendo al trabajo y me emocioné mucho. Ahora ya, más tranquila y con los pies en el suelo, espero que resulte una experiencia enriquecedora de la que poder aprender mucho. También es una maravillosa oportunidad para poder trabajar con CrossingLines (el ensemble que estrenará la obra), así que estoy muy contenta de haber tenido la suerte de que el jurado seleccionador viera algo en la obra que presenté.
¿Se ve con posibilidades frente a sus competidores? ¿Cómo afronta el concierto decisivo del 27 de noviembre en el Museo Reina Sofía?
Trato de no pensar demasiado en eso. No siento que sean mis competidores. Los siento más bien como compañeros, aunque no los conozca. Puede parecer una respuesta impostada, pero es cierta. Cuando empecé a tomarme un poco más en serio la composición me comparaba constantemente con otros compositores y compositoras. Eso me generaba muchas dudas e inseguridades. Cuando me di cuenta de que lo único que conseguía con eso era sentirme mal y bloquearme, me esforcé mucho por dejar de hacerlo. Haberme encontrado con compañeros y compañeras estupendas, que además son buenas personas, me ha ayudado mucho en eso.
En cuanto a afrontar el concierto, lo que estoy haciendo es revisar la obra para volver a conectar con ella de cara a los ensayos, ya que la acabé a principios de septiembre y a partir de ese momento me puse a trabajar en otras cosas.
Hablemos un poco de “Neighborhood”, la composición que le ha reportado este éxito… ¿Cómo la define y en qué se ha inspirado para crearla? ¿Cuenta con algún compositor de referencia?
El curso pasado estuve un poco estresada de más. Si a eso le sumamos que vivo en un edificio grande, con paredes muy delgadas, con un colegio enfrente, con las calles llenas de terrazas de bar y el tranvía pasando cada diez minutos, por no hablar de las obras… Nos podemos hacer una idea de la gran dificultad que encontraba para trabajar y concentrarme en casa. Cuando llegó el verano y tuve más tiempo libre decidí utilizar todo eso a mi favor y componer una obra inspirándome en todos los sonidos que me rodean cuando trabajo, además de quedarme con las ideas y los materiales que mejor me habían funcionado en las últimas composiciones.
Se trata de una obra bastante personal, intuitiva y de cierre de etapa. Por eso, a pesar de que a veces tomo algunas obras de referencia para comenzar a escribir, en este caso no fue así. Obviamente, eso no quiere decir que la obra no pueda contener “trazas” de compositores y compositoras a las que admiro y escucho con regularidad.
¿Tiene vinculación con la Escuela de la Música de Yecla? ¿Cómo ve el nivel artístico y musical de nuestra localidad?
Actualmente no tengo tanta vinculación como me gustaría porque la vida te va llevando por otros caminos y es muy difícil compaginarlo todo, al menos para mí, aunque lo intento en la medida de lo posible.
Sin embargo, tengo un importante vínculo emocional con ella. He crecido ahí y está en la mayoría de mis recuerdos desde pequeña hasta que tuve que dejar la banda porque me resultaba imposible asistir a los ensayos. Hay personas a las que les tengo un cariño enorme, de las que he aprendido mucho, y que sé que hacen un gran trabajo porque la música ocupe el lugar que se merece en Yecla.
De hecho, en el pasado mes de abril fue, si no recuerdo mal, la primera vez que se interpretó una composición mía en Yecla. Fue en el Teatro Concha Segura en el concierto del décimo aniversario de Syntagma Piano Duo. Compartir esos momentos con José Miguel Ibáñez “Lupi”, Cecilia Ortuño y Juanma Palao, además de los tremendos Carolina Santiago y Francisco Martí, es otro de los recuerdos que guardaré siempre.
