“En Yecla tenemos un carácter especial, distinto. Una idiosincrasia condicionada por la disposición geográfica de nuestra ciudad, por el clima frío y seco, que nos ha hecho ser perseverantes y emprendedores para superar esas condiciones naturales. Una idiosincrasia que tiene reflejo en nuestras fiestas, en nuestras tradiciones y costumbres. Y que por supuesto también se refleja en la forma en la que celebramos la Navidad.
El mes de diciembre comienza en Yecla con la celebración de las fiestas patronales en honor a nuestra Madre, en las que este año, de manera especial, hemos puesto de manifiesto el amor con el que los yeclanos mantenemos nuestro compromiso, y la forma con la que nos distinguimos manteniendo la fidelidad a una palabra, a un compromiso que trasciende a los siglos.
Parece que hoy el mantenimiento de las palabras, de los compromisos, ya no está de moda. Lo vemos en cada momento en la vida pública y sobre todo en la política. Nos encontramos ante una situación en la que se desprecia el valor del compromiso, en la que los hechos son contrarios a las palabras manifestadas con anterioridad, y todo con un único y perverso objetivo: convencer para luego incumplir.
Esa forma de actuar es justo la contraria de la que siempre ha defendido Yecla. Los yeclanos hemos construido esta ciudad, esta forma de ser, esta idiosincrasia a base de compromiso. Siempre hemos cumplido y hemos dado valor a la palabra en todos los ámbitos de nuestra vida, siempre hemos defendido que Yecla y los yeclanos cumplíamos, y eso nos ha dado credibilidad. Una credibilidad con la que incluso hemos conquistado mercados internacionales.
Con todas esas características y con una más: la hospitalidad. Los yeclanos abrimos siempre nuestras casas a los que nos visitan, hacemos de nuestras relaciones una gran familia. ¿Acaso no es ese el espíritu navideño del que tanto se habla en esta época del año? Claro que lo es, y se resume de una manera muy sencilla: somos personas que respetan la palabra, que somos solidarias y que creemos que juntos podemos seguir creciendo.
Como responsables políticos tenemos la obligación de garantizar a las siguientes generaciones el legado que hemos recibido. Dejemos en un segundo plano y no sólo en Navidad aquellas diferencias que nos separan, priorizando todo el año valores como la libertad, la solidaridad y el compromiso. Les deseo una feliz Navidad y un próspero año nuevo. Que el niño Dios nazca en el corazón de todos los yeclanos para ayudarnos a vivir este 2024”.
