En Yecla, los “Premios SIETE DIAS a la Mejor Labor 2024” se entregarán el jueves 7 de noviembre, a las 20:30 en el Teatro
Antonio M. Quintanilla
Vayan estas ‘Crónicas’ dedicadas a los compañeros de SIETE DÍAS JUMILLA, con el indestructible acorazado Gustavo López González al frente, por el nuevo lleno hasta más arriba del palo de la bandera que obtuvieron el pasado domingo en la entrega de Premios a la Mejor Labor 2024 en el Teatro Vico de la vecina localidad de nuestro Altiplano murciano, donde seguimos batallando ambos periódicos como los famosos galos de Goscinny y Uderzo. “Estamos en el año 50 antes de Jesucristo. Toda la Galia está ocupada por los romanos… ¿Toda? Una aldea poblada por irreductibles galos resiste, todavía y como siempre, al invasor…”. Lo de romanos e invasor lo digo por la ocupación, el ataque y asedio que padecemos en nuestras vidas con Internet y porque precisamente por esos derroteros encaminé mi intervención previa a la entrega de los galardones jumillanos. Con premeditación y alevosía, porque mi intención no fue otra que poner en valor la plena credibilidad informativa que aporta la prensa a nuestra sociedad frente al desorden y la confusión que nos provoca internet. Hablé de la prensa escrita, la de toda la vida, la prensa que a las redacciones de Yecla y Jumilla nos viene dando de comer desde 2000.
El año próximo celebraremos 25 años y nos vendrá de perlas para recargar baterías con las que seguir ‘palante’ por el mismo camino que nos trazamos desde que imprimimos el primer número de este periódico bajo la cabecera de El Faro. Algo bien habremos hecho para seguir pasando página un cuatro de siglo después. Así se lo expresé al respetable y ya que estábamos en una nueva edición de nuestros Premios (en Yecla los otorgaremos el jueves 7 de noviembre, en el Teatro), aproveché para poner en valor que la prensa escrita continúa siendo nuestra más segura tabla de salvación en estos tiempos en los que el maremágnum de Internet tanto nos atemoriza con bulos, ‘fake news’, inteligencia artificial y la propagación de todo tipo de trolas y patrañas de charlatanes y cantamañanas indocumentados. No lo dude.
La prensa impresa, la de toda la vida, es garantía de autenticidad y credibilidad. Cuando usted está leyendo un periódico puede tener la completa seguridad de que nadie le va a dar gato por liebre con las noticias, ni le puede “hakear’ ni robar sus datos para engañarle y confundirle o enfangar su opinión con noticias malintencionadas y amañadas. Pero para mí ese no es el gran problema, que también. Lo realmente preocupante somos nosotros, sí, nosotros, todos y cada uno de nosotros, por contribuir a difundir y compartir con tanta ligereza toda la sarta de ocurrencias estúpidas de charramuzas que llegan a nuestros móviles sin verificar antes si estamos enviando una trola o una certeza. Si cambiáramos de actitud, si hiciéramos de filtro de todos los disparates que nos llegan, contribuiríamos a lograr entre todos que la información estuviera cada vez menos intoxicada. Es muy sencillo: cuando usted tenga dudas de la veracidad del mensaje que recibe vaya a buscar esa misma noticia a un periódico. Y si no la encuentra es sencillamente porque esa noticia que le han enviado es totalmente falsa. Así de fácil.
