Ahora más que nunca estamos plenamente convencidos de que estos Premios llegarán a cumplir otros 25 añazos contantes y sonantes
Antonio M. Quintanilla
Antes de que me pongan ustedes del color del coche de mi hijo, verde para más señas, pensando que está más manoseado de la cuenta el argumento de que nada más terminar una edición de los Premios ya estamos pensando en la del año que viene, tengo que adelantar que no me refiero a eso exactamente, aunque también. Ni sí, ni no, sino todo lo contrario. Todos los que venimos organizando algún acto que con más o menos puntería se ha prolongado a través de los años, hemos pecado en más de una ocasión de falta de originalidad al echar mano de la muy recurrente y recurrida susodicha expresión, manifestando que estamos tan enormemente satisfechos con el resultado obtenido este año que nada más concluir ya estamos dando vueltas a cómo lo organizaremos en la próxima edición. Pero en este caso, cuando digo que tengo la obligación de agradecer públicamente la gran asistencia de público que el pasado jueves, 7 de noviembre, arropó en el Teatro la entrega de Premios SIETE DIAS y que ya estamos pensando en la entrega de Premios del año que viene, me refiero más exactamente a que 2025 no va a ser un año más, un año cualquiera para nosotros porque cumplimos 25 años o, dicho de manera más grandilocuente y pomposa, celebraremos nuestro primer cuarto de vida. Habernos convertido en el periódico más longevo de la historia de Yecla y por ende en la entrega de galardones también más prolongada a nivel local supone una gran responsabilidad. No se tratará efectivamente de una entrega más de los “Premios SIETE DIAS a la Mejor Labor”.
Como dicen los expertos en este tipo de eventos, lo más importante en una iniciativa de estas características es saber mantenerla en el tiempo, edición tras edición, por lo que para nosotros cada entrega de galardones ha sido siempre más importante y especial que la anterior porque ha sido la confirmación de que hemos superado el reto el reto año tras año a pesar de obstáculos y contratiempos. Recordamos con mucha nostalgia las primeras veces en las que erróneamente pensábamos si en Yecla encontraríamos candidatos con motivos más que suficientes para otorgarles estos reconocimientos. Y, ahora sí que tiro descaradamente de frase echa, aunque hemos entregado más de 150 estatuillas, podemos afirmar como yeclanos orgullosos de nuestra tierra y nuestra gente, que ni están todos los que son ni son todos los que están. Estamos más que nunca convencidos de que estos Premios llegarán a cumplir otros 25 años, aunque los entreguen quienes vengan detrás de nosotros para sustituirnos en el caso de que dentro de otros cinco lustros ya no estemos por aquí, que todo pudiera ser porque, contrariamente a lo que pensamos, a lo mejor va y resulta que, mire usted por dónde, no vamos a vivir siempre. Aún así nadie sabe lo que nos depara el futuro. Por el momento nos concentramos desde ya en ver de qué forma y manera podemos organizar los Premios del próximo año a lo grande para que quede constancia de que, como el que no quiere la cosa, este periódico ya tiene 25 añazos contantes y sonantes.