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miércoles, 18 diciembre, 2024
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CRÓNICAS YECLANAS: Lo mejor que nos puede pasar estas Fiestas

Las Fiestas de la Virgen no son una recreación histórica, ni una parada militar, ni una representación teatral, ni un auto sacramental…

Antonio M. Quintanilla

Un buen amigo y compañero de escuadra, cuyo nombre nunca saldrá de mi boca para que nadie sepa que se trata de Bernardo Gil Chinchilla, suele decirnos cuando llegan estas fechas que “lo mejor que nos puede pasar es que las Fiestas de la Virgen salgan tan requetebién como las del año pasado”. Todo el mundo que lo conoce sabe que Bernardo está diplomado, licenciado y doctorado en gramática parda y más aún en asuntos relativos a nuestro pueblo, por eso Bernardo acierta siempre con sus comentarios cuando en el cuartel nos ponemos a charrar dándole un buen repaso a Yecla y los yeclanos. Y, efectivamente, en esta ocasión también atina de lleno en el quid de la cuestión, (que no significa otra que, copio y pego, “acierta con el punto o la razón esencial”). Fuera bromas, aunque bien sabido es que entre broma y broma la verdad asoma, el orgullo más grande que podemos sentir de nuevo estas Fiestas de la Virgen, cuando dentro de tres días finalice la Subida y la Patrona haya regresado de nuevo a su Santuario, y tras acompañar a los nuevos mayordomos de 2025 a sus domicilios, es el inmenso orgullo personal y colectivo del deber cumplido para con las Fiestas de la Virgen porque todo haya salido a la perfección, exactamente igual que el año pasado.

La inmensa honra, como ‘tiraores’ que participamos en estas Celebraciones Patronales, de haber contribuido a que las Fiestas de la Virgen sigan intactas, a que se hayan desarrollado tal y como las hemos heredado de nuestros mayores, de la misma manera que ellos las recibieron de sus antepasados y nosotros las debemos transmitirlas a nuestros hijos y nietos: tal y como dictan al pie de la letra las antiguas ordenanzas desde hace más de tres siglos o, para que seamos aún más consciente de nuestro compromiso, desde hace casi cuatro siglos. ¿Para qué incorporar, rectificar o actualizar ningún acto más de los que ya se han venido incorporando a la programación de las Fiestas de la Virgen y que, en honor a la verdad, aunque no los podamos tildar de esenciales han aportado mayor esplendor a los días grandes del mes de diciembre? Desde el día 5 que comenzamos con el Beneplácito hasta la Subida, las Fiestas de la Virgen continúan manteniendo su ancestral patrimonio histórico, cultural y religioso a través de los actos que se celebran el mismo día y a la misma hora que el mismo día en que ocurrieron por primera vez.

Por eso conviene resaltar siempre que tengamos oportunidad que las Fiestas de la Virgen no son una recreación histórica, ni una parada militar, ni una representación teatral, ni un auto sacramental. Transmitámoslo así a la gente más joven que, tal vez embaucados por pseudo historiadores, pueda tener la tentación de tirar por otros vericuetos que nada tienen que vez con estos días. Estas Fiestas son únicas en el mundo y solo pueden contemplarse en Yecla, porque se sustentan en unas Antiguas Ordenanzas, también únicas en el mundo, que nos indican el cómo, el cuándo y el porqué de cada uno de los momentos sustanciales que tenemos la obligación de perpetuar a través de los años. No lo olvidemos nunca por nuestro propio bien y el de nuestras Fiestas de la Virgen.

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