ENTREVISTA: Milagros Ortuño Lidó, presidenta de la Corte de Honor de la Virgen
Alex Delegido
El Pleno aprobaba esta semana pasada por unanimidad iniciar el expediente para la concesión de la Medalla de Oro de Yecla a la Corte de Honor… ¿Qué va a suponer para ustedes?
En primer lugar una alegría, pues siempre resulta agradable que se acuerden de nosotras. Después mucho agradecimiento y satisfacción pues sentimos que es una manera de honrar a la imagen de nuestra Patrona, una ofrenda para Ella y lo que representa. Nosotras no tenemos ningún mérito y esta concesión sin la Virgen no tendría fundamento.
Imaginamos que están muy agradecidas a Coros y Danzas ‘Francisco Salzillo’, de quienes partió esta iniciativa…
Por supuesto, más que agradecidas. Siempre estamos en deuda con ellos, además de los vínculos que tenemos con esta agrupación y la disposición que siempre han demostrado para con la Corte de Honor, pues somos conscientes de que siempre que colaboran con nosotras, es porque lo hacen para nuestra Madre.
Usted como presidenta, seguro que tiene muy presentes estos días a las socias que ya no están con nosotros… ¿Considera la Medalla de Oro un reconocimiento a la labor de todas ellas?
No solo en estos días, siempre las tenemos muy presentes, y cada día 8, todos los meses ofrecemos el rezo del Rosario y una misa por las que nos precedieron y han partido hacia el Padre. Y las que siguen colaborando asiduamente están, al ser nuestra comunicación siempre personal, unidas al tronco, como cada hoja de un árbol, a través de las ramas, es la misma savia y todas somos un solo árbol, si se me permite la licencia. Por supuesto que es para todas y cada una de ellas, pero aseguraría, que el sentimiento es común, ¡Por y para la Virgen!
Esta concesión de la más alta distinción de la ciudad coincide con el 80º aniversario de la entidad… ¿Cómo van a celebrarlo? ¿Están preparando algunas actividades especiales por esta efeméride?
Es algo prematuro y no hemos tenido ocasión todavía de pensar en celebraciones, aunque nosotras no somos de grandes eventos. Para empezar tenemos previsto ir a la Catedral de Murcia en peregrinación, el próximo día 30 de marzo, para obtener el Jubileo del año Santo de la Esperanza, con las socias que deseen asistir y cuantos deseen acompañarnos. Seguramente, lo celebraremos con algún oficio de acción de gracias, cuando sea concedida la medalla, que confiamos que así sea, y compartiendo con los más necesitados, porque sentimos que es la mejor manera de hacerlo.
Nos gustaría pedirle que resuma la labor que desarrolla la Corte de Honor… ¿Cuáles son las tareas que realizan en el cuidado del Santuario y de la Imagen de la Patrona y su ropa?
No es sencillo de resumir, pues es un trabajo de todo el año. Mantener completo lo referente al ajuar, tejidos (ropa interior y exterior), limpio y en condiciones. Las pelucas, igualmente limpias y preparadas. Realizamos todos los cambios de ropa de la imagen periódicamente cinco o seis veces al año. Todo el adorno metálico, en condiciones, azucenas, coronas, medias lunas, etc. Lo hacemos como un deber de conservar un patrimonio del pueblo de Yecla.
Semanalmente hacemos la limpieza del Santuario, durante todo el año. El altar de la Basílica, el tiempo que permanece nuestra Patrona en la ciudad. El cambio y cuidado de manteles para la mesa del altar del Santuario y todo a cargo de las socias voluntarias, de forma altruista. Mantenemos los soportes para los jarrones que recogen las flores de la ofrenda, y que son fregados por socias voluntarias y se preparan con agua los días previos a las Fiestas.
El grupo de colaboradores, hombres y mujeres, trasladan la Imagen para los cambios de ropa y para los traslados y procesiones, y se encargan de colocar la ofrenda floral, siempre con mucho gusto, al igual que el adorno floral de las andas y la carroza, que también costea la Corte de Honor. Y hacemos la labor menos grata: retirar todas las flores marchitas, entre la Minerva y la Subida.
Nos encargamos y sufragamos, del rezo de la sabatina de todos los sábados, la liturgia, oficios y novena de los días que tenemos en “casa” a nuestra Madre Santísima. Además, tenemos la preparación del mes de María, con las lecturas del mes de mayo. Organizamos el pasar a los niños bajo el manto, un retiro espiritual para prepararnos para la llegada de la Virgen y la próxima venida del Salvador.
Y estamos siempre presentes y atentas a las necesidades de nuestro prójimo, que tratamos de atender puntualmente. Son tres ocupaciones: la parte espiritual y de oración, la material, y la social. Son estos nuestros pilares fundamentales según nuestros estatutos a los que nos debemos y tratamos de ser fieles en todo momento.
¿En qué momento se encuentra la Corte de Honor, en cuanto al número de socias y en cuanto a la directiva actual?
En muy buen momento, pues a pesar de que hay bajas, por ley de vida, y alguna también por otros motivos, seguimos manteniendo la cifra de en torno a 1.600 mujeres y niñas. La junta actual, como las anteriores, pues he pertenecido a varias en los últimos 16 años, está muy unida, pues nos une el amor a María y el ánimo de servicio a nuestro pueblo a través de Ella. Y teniendo siempre muy presentes a las mujeres que nos han precedido y que han mantenido el espíritu que con don José Esteban Díaz, constituyeron esta Asociación de mujeres con estos fines.
¿Cómo se podría lograr captar el interés también de mujeres jóvenes?
Nosotras pensamos que debe ser por vocación y por transmisión. Pensamos también en las catequistas de confirmación que quizás podrían hacer esa labor. Pero las abuelas y las madres, siguen siendo junto con las celadoras las que mayor captación realizan. Estamos convencidas de que no es una cuestión económica, porque nuestra cuota es de diez euros anuales, y además cada año recibimos un pequeño obsequio relacionado con la Virgen del Castillo.
Animamos a las jóvenes que lean estas líneas para que se interesen por saber nuestros fines y acciones y participar con nosotras; y a sus madres y abuelas les pedimos que les den a conocer y les enseñen esta forma de servir y hacer apostolado.
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