María Sánchez
María Ortuño Gómez (1996) se atrevió a dar el paso y salir fuera de España. Desde el pasado mes de marzo continúa sus estudios de Psicología en la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) a la vez que se empapa de la cultura del país
¿Qué fue lo que te llevó a irte allí?
Siempre he querido salir de España y estudiar fuera, el Erasmus es algo que siempre quise hacer, me gusta empezar de cero en los sitios y todo lo que conlleva, supongo que te hace crecer. No me atreví nunca sobre todo por mi miedo al idioma. El año pasado estuve en Granada con un beca Sicue y en mi cabeza comenzó a contemplarse la posibilidad de ir a Latinoamérica. Al principio quería ir a Perú; siempre me ha llamado la atención su cultura y su gente y Granada hizo un poco de trampolín para coger el impulso que me faltaba. Otras de mis opciones eran opciones eran México y Argentina. Por desgracia en Perú mi carrera no tiene convenio en la Universidad de Murcia y en México si conseguí plaza; sin embargo, hubo unos problemas que hicieron que se anulara el convenio, por lo que terminaron abriéndome una plaza en Argentina.
¿Cómo es la vida en Córdoba? ¿Has notado gran diferencia con el día a día que vivías en España?
La vida en Argentina, es una mezcla que no sabría cómo definir muy bien. Yo estoy en Córdoba, una ciudad grande, pero no al nivel de Buenos Aires. Es una ciudad universitaria por lo que abunda la gente joven, pero también hay barrios donde no es así. El orden del tráfico brilla por su ausencia, las tiendas son como pequeños submarinos de los que había en España años atrás, la comida tiene diferencias peculiares y una mezcla de influencias como sus gentes, sobre todo de Italia. Creo que aquí se come más pizza y empanadillas que en la propia Roma. Sin embargo, también encuentras platos originarios que perduran en su cultura y están riquísimos como el choclo, el locro, los criollos, los guisos, etc. La noche cordobesa también es algo típico de aquí, los jóvenes toman las calles y siempre están dispuestos a beberse un `fernet´, la bebida más típica aquí mientras bailan cuartetos y bachatas.
Me llama mucho la atención la fuerza de los movimientos sociales en este país, los jóvenes tienen gran conocimiento del sistema y entre sus valores se encuentra defender y perseguir la mejora de sus derechos y participar en esta lucha de forma muy activa. La universidad también es distinta. Las clases son más numerosas porque aquí la universidad es pública y gratuita, por lo que hay mucha demanda de estudiantes.
¿Qué es lo que más te gusta de la ciudad en la que vives?
La gente y su cercanía. Suelen ser muy amables y más cuando saben que soy de España porque la mayoría tienen gran cariño a España ya que muchos tienen sus raíces allí. Argentina es un país con muchas influencias culturales, sobre todo de Italia, Alemania, España y Portugal. Hay un gran contraste entre el sur y el norte. En el norte se ha preservado más la cultura aborigen que sigue estando por todo el país. Estoy muy contenta de estar rodeada de sierras. Argentina tiene una gran variedad paisajística y esto hace que sea tan enriquecedor ver sus diferencias. Creo que es lo que constituye uno de los mayores encantos de Argentina.
El idioma no ha sido un problema para ti, aunque no sea exactamente igual, pero ¿hay algo que te esté costando más a la hora de adaptarse?
En Latinoamérica hay muchas expresiones diferentes, pero no es ningún problema, sino todo lo contrario, admiras la riqueza semántica del castellano y te adaptas pronto.
Lo que más me está costando es el hecho de perder un poco mi autonomía y no tener tanta libertad para hacer cosas sola por el hecho de ser mujer. En Argentina el tema de robos y delincuencia están a la orden del día. Otro asunto que me cuesta es el tema del reciclaje, ya que hay pocas medidas ecológicas en ese sentido y bueno, por último, los horarios de buses también es difícil adaptarse ya que siguen criterios muy definidos.
¿Qué es lo que más echas de menos de Yecla?
Mi familia y mis amigos, aunque a veces no tienes tiempo ni para echar de menos. Todos los días hay gente diferente, viajes, planes, universidad, prácticas y un largo etcétera de cosas que hacen que la cabeza esté demasiado ocupada y no te deje tiempo para pensar. Algunas personas como mi abuela y mi hermana sí que me cuesta más no tenerlas cerca. También ciertas rutinas como subir al Castillo o caminar por el Arabí, la comida, el tardeo murciano y varios hábitos de nuestra cultura que echo en falta en algunos momentos.
¿Cuáles son tus planes de futuro? ¿Barajas la idea de quedarte en este país más a largo plazo o por el contrario quieres volver?
Quiero viajar por Argentina estos meses. En agosto quiero ir a Perú algunas semanas y después tengo que volver a España. El año que viene tengo que quedarme en Murcia para terminar la carrera. Después quiero aprender inglés. Con el tiempo puede que vuelva a Latinoamérica ya que me está enamorando la experiencia. Siempre se puede seguir aprendiendo.
