Ni la anécdota de la corona ni por suerte el desprendimiento de cascotes en la Basílica han restado brillo a las Celebraciones
Este domingo 8 de diciembre vivimos una Procesión de la Virgen algo atípica. La Patrona hizo gran parte del recorrido sin su corona de oro, después de que un cable en la calle del Niño se enganchara con los ornamentos de esta joya con más de 120 años de Historia. La Asociación de Mayordomos, de forma acertada, decidió retirar la corona ante la imposibilidad de volverla a colocar y ante el peligro de que se desprendiera y causara daños a las personas que acompañaban a la Imagen, y también, por supuesto, para evitar que se rompiera. Pero es que además hubo un desprendimiento de unos cascotes en el dintel de la puerta de la Basílica situada frente a la Plaza de España, sin que nadie resultara, por suerte, o por milagro para los más creyentes, herido ni dañado.
Pese a que hayan sido los hechos más comentados de las últimas Fiestas, no han empañado en nada el desarrollo de las Celebraciones Patronales, tan brillantes como siempre, en unos días en que los protagonistas: Mayordomos, Pajes, Clavarios y agrupaciones de escuadras, han dado lo mejor de sí mismos como bien resalta el presidente de la Asociación de Mayordomos en la entrevista que incluimos en este número. Y además, todo ha acabado bien. La Virgen luce la corona de oro y la llevará hasta el domingo cuando se le ponga la de plata para la Subida. Unos días después, dicha corona se llevará a reparar. Y los desprendimientos de la puerta de la Basílica ya han sido subsanados. Ahora solo resta disfrutar de lo que queda de las Fiestas 2019.