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viernes, 22 noviembre, 2024
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«¡¡Basta ya!! Que la ONU ponga freno a esta locura en Siria»

El médico del hospital de Yecla, de origen sirio, Nizar Raduan reclama ayuda humanitaria para Siria y que la ONU intervenga cuanto antes, para que este conflicto que tanta sangre está derramando y tanta destrucción está ocasionando finalice de inmediato. Por Carmen Ortín

La comunidad de sirios en España pide la intervención humanitaria internacional, para que cese el conflicto bélico que se registra en su país desde hace ya casi dos años y que contabiliza más de 60.000 muertos. Los sirios en España muestran su pesar y su desolación por la situación de guerra que vive su país, y por el gran peligro que están atravesando sus familiares, que no han podido abandonar Siria.

El médico del hospital de Yecla, de origen sirio, Nizar Raduan reclama ayuda humanitaria para Siria y que la ONU intervenga cuanto antes, para que este conflicto que tanta sangre está derramando y tanta destrucción está ocasionando finalice de inmediato. Raduan considera que "la situación ha llegado a un callejón sin salida y la ONU tiene que intervenir y obligar a establecer unos corredores de seguridad para que llegue la ayuda humanitaria a la población civil, que tan necesitada está de alimentos y de asistencia sanitaria. Esta barbarie, añade, no puede continuar y, cuanto más dure este conflicto, más fanatismos y más extremismos de toda índole habrá, por lo que pedimos a la ONU que pongan freno a esta locura en Siria".
Para este médico nacido en la ciudad de Homs, una de las más castigadas por la guerra, la situación es muy dramática desde todos los puntos de vista, porque la población civil está sufriendo lo indecible, con miles de muertos y de heridos y sin lo más elemental para poder subsistir, porque está pasando verdadera hambre. "Estamos viendo, dice, cómo se ha utilizado una estrategia maligna, de bombardear las panaderías. La población está varias semanas sin recibir harina y cuando la mandan y se junta todo el mundo en las puertas de los hornos para recoger el pan, entonces llega un avión y bombardea la zona, matando a decenas de personas, todo población civil, incluido mujeres y niños". Este médico sirio también denuncia que los militares del régimen de Bachar El-Asad están bombardeando los hospitales de campaña, matando a los médicos que atienden a los rebeldes.
Las ciudades más importantes de Siria, como Damasco, Homs, Alepo o Hamas, siguen con bombardeos, causando muchos muertos y miles de heridos. Unos 700.000 sirios pudieron salir de sus lugares de origen para refugiarse en países próximos como Turquía, Líbano, Jordania o Irak. Pero, dentro del propio país se calcula que hay unos 3,5 millones de personas de desplazados, que van con tiendas de campaña de un lugar a otro, intentando esquivar los bombardeos. "La situación se empeora aún más debido al crudo invierno que se está registrando en Siria, con temperaturas muy frías y con copiosas nevadas en algunas zonas", explica Nizar Raduan. En el caso de Homs, la población desplazada asciende ya al millón de personas. Los pocos habitantes que quedan en Homs son, en su gran mayoría, personas mayores que han decidido no moverse de su lugar de origen; es el caso de su propio padre, de muy avanzada edad, que no ha querido abandonar su casa. Los habitantes de Homs están prácticamente desabastecidos de todo: "Energía eléctrica sólo hay dos o tres horas y cada cuatro o cinco días, no hay agua potable y tampoco se suministran carburantes. La población ha tenido que recurrir a los bosques y talar árboles para hacer fuego y poder calentarse", asegura el médico sirio.
Nizar Raduan lamenta que "toda Siria esté siendo bombardeada de forma indiscriminada, ocasionando la destrucción de importantes iglesias, mezquitas y monumentos milenarios del patrimonio histórico-artístico de un país con una gran riqueza cultural, que tenía un gran porvenir en el sector turístico". En su cara se entrevé el dolor y la tristeza que le embarga y también la impotencia, al contemplar cómo se está destruyendo su país, y pide que la comunidad internacional deje de mirar para otro lado y resuelva pronto este conflicto bélico, para que no haya más derramamiento de sangre inocente. Raduan quiere ser optimista y "deseo que después de todo esto Siria resurja de sus propias cenizas, como ocurrió en otras épocas anteriores". Mientras tanto, sigue enganchado cada día a la prensa internacional para conocer los acontecimientos que están ocurriendo en su país y tratando, no sin pocas dificultades, de poder contactar con sus familiares y saber qué ha sido de ellos en medio de este conflicto armado de bombas, muertes y desolación en Siria.
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