Mantienen su actividad para garantizar el abastecimiento a la población confinada
Otro de los sectores que se encuentra al pie del cañón en mitad de esta grave crisis sanitaria es el primario. Los agricultores y ganaderos de Yecla están trabajando sin descanso para colaborar en que la cadena de abastecimiento siga funcionando. De momento resisten los embates del coronavirus en una situación más favorable que otros ámbitos productivos pero también la incertidumbre generalizada les preocupa y mucho. Conscientes de su importancia social, lamentan que este reconocimiento llegue en un momento tan grave pero también hacen una llamada al optimismo “porque esto pasará. Y el campo siempre será necesario”. Así se manifiesta la presidenta de COAG, en Yecla, Adela Bernabeu.
Explica que “el mayor problema que se presenta para los agricultores en el Altiplano va a ser la mano de obra para recoger las cosechas de frutales, sobre todo pera y cereza, de los que hay especialmente en Jumilla pero también hay pera en Yecla, además de melocotón. Con las medidas de distanciamiento social es complicado además trasladar a los trabajadores. Esos cultivos serán los más afectados por esta crisis sanitaria del coronavirus. Pero el resto no tendremos problema. En Yecla tenemos olivo, vid, cereal, almendra. Estas explotaciones que gestionan agricultores autónomos en su mayoría ya son bastante asequibles porque el trabajo se realiza en solitario la mayoría de las veces y épocas como la vendimia o la recogida de la aceituna están muy lejanas. Sí nos preocupa que se siga por el camino de las bajadas de precios, precisamente en un año en el que hemos hecho mucho ruido porque estamos hartos de estos abusos”, explica la presidenta de COAG.
Bernabeu señala que “somos conscientes de nuestra importancia. El sector primario se llama así por algo. Suministramos alimentos como frutas, hortalizas, verduras, leche, queso, carne. Son productos básicos por eso quiero dejar claro que en el campo siempre habrá trabajo. Incluso si la economía sufre una debacle tras esta crisis puede ser una oportunidad laboral. Actualmente en Yecla COAG tiene 210 afilados dados de alta como agricultores y diez personas más como ganaderos”.
A todos, como no puede ser de otro modo, les preocupa y mucho “cómo quedará Yecla cuando esto pase. La industria, el comercio. Por supuesto que estamos expectantes, como todo el mundo, pero a veces hay que ver las dificultades, aunque sean enormes como es el caso, como oportunidades. En esta sociedad cambiante toca reinventarse y adaptarse”.
Para concluir, la presidenta de COAG quiere felicitar “a todos los compañeros agricultores que se reunieron por iniciativa propia para desinfectar las calles y plazas de Yecla durante estos días tan complicados. Es un trabajo solidario que Yecla agradece y que sabemos que se va a repetir en el tiempo tan pronto la meteorología lo permita porque estos días lluviosos que hemos vivido esta semana impiden que sigan saliendo. Tenemos que ser optimistas y pensar que la vida sigue y saber reaccionar”.
Las explotaciones de cabritos, las más afectadas al bajar la demanda
Los más afectados en estos momentos por la expansión del COVID-19 en el sector primario en Yecla son los ganaderos que en su mayoría se dedican a la cría y venta de cabritos. “En Yecla hay mucha gente que consume leche y queso de cabra, hay varias queserías y la mayoría de ganaderos se dedican al caprino. El mayor problema que se encuentran ahora es que con el descenso de la demanda y el cierre de la hostelería no ven salida para sus cabritos ya almacenados. Las previsiones en la agricultura y ganadería se suelen hacer con seis meses de antelación y ahora muchos compañeros que se dedican a este tipo de animal ven que no tiene salida esa carne”, destaca con preocupación la presidenta de COAG Yecla.
