Querido “coronita”, he decidido darte la bienvenida a mi vida y ponerte este nombre que recuerda un poco a esa fiesta que todos anhelamos de alguna manera.
Según una hija mía “si enfermamos que sea con clase” ¿qué mejor que con corona?, tiene su punto de gracia. El buen humor ha de ser nuestro mejor aliado en estos momentos que ya corren sin tanto cachondeo y con mayor conciencia.
Ahora no te has disfrazado de huracán o de terremoto, al que ver en la tele como si de una película se tratase que nos permite mirar a otro lado. Ahora nos has venido a visitar a todos.
Has venido para quedarte un tiempo, muchos creíamos que iba de broma, que sería “casual” como la moda pero no, esto va en serio, pero que muy en serio. Ya te has llevado a conocidos y familiares, me atrevería a decir que en todos los entornos conocemos a alguien contagiado, posiblemente pronto habrá más… deseamos que te canses pronto y te marches por donde has venido.
Yo hoy me vuelvo a forzar a ser positiva frente a las múltiples tentaciones de negatividad que me envuelven los pensamientos. Las preguntas sin respuesta no las puedo responder, el malhumor de los que me rodean no lo puedo apaciguar más que ofreciéndole un abrazo, una sonrisa o un sitio en mi cama para poder charlar un rato…quizá de cosas que en otro momento no hablaríamos. ¿Y qué hago con mi mal humor? ¿qué hago cuando la que necesita ese abrazo soy yo o esa conversación cercana?
Al primero intento darle puerta enseguida buscando motivos por los que dar gracias y estar contenta. En cuanto a la segunda pregunta …es más complicada pues no siempre el que está a tu lado está disponible, curiosamente ahora que tenemos tanto tiempo. No siempre emitimos en la misma frecuencia, es el momento de la familia aún en la distancia, de los amigos, de las conversaciones ilimitadas por videollamada y del compartir fotos de aperitivos o brindis al primer rayo de sol, como hicimos el pasado domingo en tantos grupos de whatsapp.
Has venido a visitarnos a nivel mundial. Empezaste por China, y ya estás en todo el mundo “desarrollado”. Has decidido hacer una criba ¿en base a qué? ¿qué te ha empujado a ello?
Llueve en casi toda España, algún poeta diría “el cielo está llorando”… como muchos en nuestro interior, deseando que salga ese sol que tanto anhelamos y necesitamos para la sanación de cuerpo y mente. Me atrevería a decir que miramos al sur con envidia, si la información no me falla en África y Sudamérica no hay casos, dicen que por la temperatura, por ese intenso sol bajo el que tantos trabajan buscando sustento, agua, cosas tan básicas que nos parecen increíbles a los que visitamos los supermercados con frivolidad y nos permitmos elegir qué comemos hoy a golpe de tarjeta.
Pese a todo, me temo que siguen llegando pateras llenas de inmigrantes sin saber que ahora, además de ser vendidos, explotados o abusados, posiblemente mueran porque les estás esperando y no habrá piedad para ellos. Han pagado todos sus ahorros en busca del paraíso luchando contra el Océano en busca de una vida mejor y quizá lleguen al otro “paraíso” en menos que canta un gallo y muertos de frío.
Bienvenido “coronita”, gracias por hacerme pensar en todas esas cosas que tantas veces me pasan inadvertidas, desde la comida que me como cada día, el agua corriente, el armario lleno de la ropa que ahora me sirve de poco y tantas y tantas cosas de las que prescindiría simplemente por salir al campo a comer un bocadillo con mi familia ahora lejana, mis amigos …sin grandes lujos, sin preocuparnos por mucho más que por respirar al aire libre y disfrutar de abrazarnos y hablar como cotorras los unos con los otras.
