Necesitan trabajar este verano en su temporada alta aunque tenga que ser con menos aforo
Se sienten los grandes olvidados. Tanto por el Gobierno como por la propia sociedad. Los feriantes atraviesan una de las más duras crisis que recuerdan tras los efectos de la pandemia, porque además de no poder trabajar durante todos estos meses creen que la temporada de verano puede estar perdida. SIETE DÍAS YECLA ha contactado con Nicolás Ros, muy conocido en Yecla por regentar varias atracciones en la Feria de septiembre como el scalextric o la pista de motos quad y explica que su situación, así como la de sus compañeros «es desesperada».
«Muchos iremos a la ruina si las autoridades no hacen algo para ayudarnos. Y muchos feriantes han dejado ya este trabajo para hacerse camioneros o irse al campo a recoger las cosechas. Pero lo que peor nos sienta es ser ignorados. Parece que para el Gobierno no existimos. Nadie nos ha nombrado y no aparecemos en ninguna de las fases de la desescalada. Esperamos que al igual que otros negocios de otros sectores ya han abierto sus puertas nosotros podamos trabajar aunque tengamos que reducir el aforo y tomar medidas de higiene y de seguridad para proteger a los clientes».
Ros y su esposa, Eva Dávila, pertenecen ya a la cuarta generación de dos familias de feriantes que siempre tienen su sitio en el corazón de los niños yeclanos porque año tras año acuden fieles a su cita con la Feria de septiembre. Este año esa fecha marcada en el calendario está en el aire.
Aunque todavía no se ha anulado de forma definitiva, tanto el concejal de Festejos como el propio alcalde ya han adelantado en varias ocasiones que será complicado que tenga lugar y citas tan destacadas como Albacete o Murcia ya se han anulado. Para los feriantes, esto es desastroso. Y viene a sumarse a la situación de gastos insoportables que tienen que padecer.
“Somos un gremio que hace un desembolso importante. Revisiones de las atracciones, las ITV de los camiones, los boletines… Ahora mismo tenemos un cese de actividad, pero la ayuda que el Estado nos da no puede cubrir los gastos a los que nos enfrentamos”, afirma Nicolás Ros.
Para este sector la temporada alta se produce de mayo hasta noviembre. Este año su situación es tan extrema que temen tener perdida la temporada y enfrentarse a un nuevo invierno como el que ha quedado ahora atrás sin haber podido ingresar nada. Anuncian movilizaciones inmediatas en la calle porque está en juego su futuro.
Reclaman al Gobierno que “nos ayude para sobrevivir”
Nicolás Ros ha vivido otras crisis. La vida es cíclica y siempre ha habido momentos de vacas flacas, pero nunca nada comparable a la endiablada situación que atraviesan ahora, tras la irrupción de la pandemia del coronavirus en el mes de marzo. Las medidas de distanciamiento social impiden la aglomeración de personas que suelen llevar aparejadas las Ferias y les coloca en una situación muy delicada.
“No existimos para el Gobierno pero sí para seguir pagando impuestos. Les pedimos que nos ayuden a sobrevivir. Por lo menos que nos paralicen los gastos del negocio hasta que nos quiten el cese de actividad. Se están caducando revisiones y seguros de las atracciones sin llegar a usarlas”.