A través de incontables horas de trabajo rescató nuestro pasado poniendo al día nuestra historia
Nos costará mucho acostumbrarnos a no coincidir con Miguel Ortuño en la mayoría de actos culturales y sociales que avalaba con su presencia. Contar entre los asistentes con el cronista oficial de Yecla y maestro de maestros, que dedicó toda su vida a la divulgación de nuestra historia suponía un aval de entrada para cualquier presentación, conferencia o evento a los que él distinguía tan solo con estar presente.
“Ha desaparecido una institución”, como destaca Lola Vicente en uno de los artículos que publicamos que en este número ensalzando la impronta de don Miguel. Su legado será irremplazable.
La memoria colectiva de Yecla y los yeclanos la ha escrito Miguel Ortuño en todos y cada uno de sus libros y estudios que tras su fallecimiento cobran aún más valor como excepcionales joyas que atesorará para siempre nuestra cultura e historia local. Miguel Ortuño seguirá ahora más vivo que nunca en sus indispensables libros en los que a través de incontables horas de trabajo rescató minuciosamente nuestro pasado, poniendo al día nuestra historia para que el mañana, tal y como era su deseo, “sea cada vez más justo, hermoso y solidario”.
