>Embarcado en la experiencia Erasmus, Cristóbal Perán Fernández (Yecla, 1992) es un estudiante de medicina que está cursando su quinto año en la Universidad Médica de Varsovia..La ilusión de conocer diferentes ciudades y países, sumado a su gusto por viajar,le han llevado a disfrutar esta experiencia.
CLAUDIA GARCÍA
¿Por qué elegiste Polonia como destino Erasmus?
Fue un poco elegida a descarte. Quería un destino donde poder practicar el inglés, eso eliminaba de la lista países como Francia, Alemania o Bélgica, donde me pedían conocer flamenco. Además, mi universidad no tiene convenio con Reino Unido y eso me dejaba pocas opciones. Mi primera elección fue Praga, pero no me la concedieron, después iba Varsovia. Allí me aseguraban que la universidad tenía una división de inglés y la verdad es que los profesores tienen un nivel muy alto con el idioma. A día de hoy estoy muy contento con mi destino.
¿Qué tal fue tu adaptación? ¿Cómo te fue con el idioma?
La adaptación no pudo ir mejor. El programa Erasmus está encaminado a promover la cooperación e interacción de estudiantes de los diferentes países europeos. Siguiendo esto, la Universidad de Varsovia pone a disposición de los alumnos una residencia donde nos mezclamos estudiantes de todas partes del continente con los estudiantes polacos.
El idioma polaco es lo más difícil que te puedes encontrar. Es una lengua eslava y no se parece nada a ningún idioma que conozca. Por suerte o por desgracia, no necesito el polaco para desenvolverme por allí y no he aprendido mucho. De todas formas, he dado algunas clases y me gusta utilizar las cuatro frases que sé. Ellos están muy orgullosos de su idioma y les aparece una sonrisa cuando ven que te esfuerzas en hablarlo, aunque estés haciendo el ridículo.
Polonia es un país muy diferente al nuestro, ¿cómo es su cultura y su estilo de vida?
A pesar de que nos parecemos culturalmente más de lo que pensaba, sí que tenemos diferencias importantes. Para empezar, el horario. Ellos se despiertan antes, comen entre las 12 y las dos y cenan entre las cinco y las siete de la tarde. Pero realmente somos nosotros los diferentes, pues el resto de Europa tiene unos horarios parecidos.
Si vas a Polonia te puede llamar la atención que las personas son un poco más frías. Yo creo que esto tiene su origen en el comunismo, que ellos abandonaron en 1989 y que les mantenía reprimidos y aislados. Por poner un ejemplo, hablar inglés estaba prohibido. Los polacos jóvenes que han vivido la democracia son, por el contrario, personas abiertas y alegres, se reconocen europeos y envidian el clima y la fiesta española.
Polonia es un país muy religioso con fuerte tradición católica, que se hizo más fuerte durante el comunismo, ya que la Iglesia se oponía a éste. El Papa Juan Pablo II es uno de los iconos de la nación.
La comida es un mundo aparte, no te das cuenta de la calidad y variedad que tenemos en España hasta que no tienes que vivir una temporada fuera. Por lo general son platos con sabores muy fuertes y mucha especia.
¿En qué se diferencia el sistema educativo polaco del español?
No sé si hay diferencias en primaria y secundaria, pero la universidad se organiza de forma distinta. En España un día normal son clases de cuatro o cinco asignaturas, de las cuales te examinas al final del cuatrimestre. En Polonia sólo se da una asignatura durante 2 o 3 semanas, sólo una materia exclusivamente. Cuando termina ese periodo te examinas de esa asignatura y empiezas con otra diferente.
¿Cómo es la vida de un estudiante Erasmus y qué es lo mejor de esta experiencia?
La vida del estudiante Erasmus va a depender mucho del propio estudiante. Hay personas que se plantean el Erasmus como un año de fiesta de lunes a domingo, pero la mayoría aprovecha ese tiempo conociendo culturas y personas de diferentes países.
En mi caso, la asistencia a clase es obligatoria, generalmente de ocho de la mañana a una del mediodía, más o menos, con prácticas incluidas. Luego tienes infinidad de opciones, a mí me gusta ir al rocódromo, a la piscina de la universidad o a patinar en invierno, y luego más tarde puedes ir a cenar fuera, que suele ser bastante barato. Los restaurantes típicos son los "bares de leche", regentados por señoras mayores que no hablan ni una palabra de inglés y que ofrecen comida tradicional polaca. Por menos de cuatro euros sales con el estómago lleno.
Siempre que puedo juntar días libres intento irme de viaje a conocer diferentes ciudades de Polonia y los países vecinos. Para mí es lo mejor, estoy conociendo Europa de una forma que difícilmente podré repetir.
¿Qué consejo/s le darías a todos esos jóvenes que deciden embarcarse en esta aventura?
Lo primero es dejarlo todo bien atado con la universidad de origen, que no haya problemas a la vuelta con las asignaturas. Siempre es bueno preguntar a compañeros mayores que hayan ido de Erasmus al destino en el que se está interesado. También puede ser una opción usar esta experiencia en el último año de carrera con la finalidad de empezar una carrera profesional en el país de origen.
Pero sobre todo hay que ser valientes, al principio da un poco de impresión, pero es una experiencia irrepetible y que merece mucho la pena.