Tres años lleva de andadura el Aeropuerto Internacional de la Región de Murcia (RMI/LEMI) de los cuales dos han estado marcados por las dificultades e incomodidades de la pandemia del COVID-19/SARS-CoV-2. A principios del pasado 2021 nació la iniciativa de bautizar al aeropuerto con el nombre del inventor Juan de la Cierva y Codorníu. En un comienzo, la iniciativa no despertó debate político ya que contó con el voto favorable de los partidos que gobiernan tanto en la Comunidad Autónoma como el Ejecutivo español. Sin embargo, poco después, nació una corriente de oposición a la propuesta apoyada, incluso, por un grupo de profesores universitarios. En un manifiesto, apelando a la Ley de Memoria Histórica, rechazaban la iniciativa dado el papel que tuvo el ingeniero y piloto durante la Guerra Civil española.
Dejando a un lado la disputa política, cabe señalar que el señor De la Cierva falleció apenas iniciada la contienda. Fue un 9 de diciembre de 1936 a causa de un accidente de avión comercial en Londres. Lo que sí confirman los conocedores de la historia del ingeniero, y corroboran familiares directos, es que De la Cierva medió en las gestiones para el alquiler del avión De Havilland Dragón Rapid matriculado G_ACYR en el que viajaron participantes directos en la contienda militar. Eso sí, no es detalle menor que De la Cierva llevó a cabo esa mediación sin conocer la identidad de los pasajeros de ese vuelo ni el objetivo que perseguían. Fuentes cercanas al ingeniero aseguran que su contacto fue el corresponsal del diario ABC en Londres ciudad en la que se llevaron a cabo las gestiones y en la que residía, por aquel entonces, De la Cierva. Más allá de este episodio no hay pruebas fehacientes que sostengan un papel destacado del Ilustre en el conflicto armado. Sin embargo se obvian sus méritos nacionales e internacionales, hitos históricos, como sus inventos en el mundo de la ingeniería aeronáutica, vigentes hoy en día, así como sus proezas aeronáuticas.
Con este manifiesto, impulsado por un grupo de aviadores murcianos, buscamos destacar la figura de De la Cierva no sólo para reivindicar su lugar en la historia sino también para que con este nombramiento, que apoyamos, reciba el reconocimiento que merece. También tendríamos que poner en valor que Juan de la Cierva fue la primera persona que propuso, en un encuentro en la Cámara de Comercio de Murcia, la creación de un aeropuerto internacional en al ciudad.
MANIFIESTO
Juan de La Cierva y Codorníu nació en Murcia un 21 de septiembre de 1895.Pronto su familia se trasladó a Madrid, siendo Juan muy pequeño, pero regresaban a la tierra de origen muy a menudo.
Con tan solo 17 años diseñó su primer aeroplano, hablamos del año 1912 (recordemos que el vuelo de los hermanos Orville y Wilbur Wright fue en diciembre de 1903). En el año 1914 ingresó en al escuela de Ingenieros de caminos. En 1919 voló en Madrid el primer trimotor construido en España, y también en el mundo, con hélices tractoras diseñado por el propio De la Cierva siendo aún estudiante. Probablemente aquel fue el primer gran aeroplano construido en España.
Aquel trimotor se estrelló en su segundo vuelo lo que llevó al ingeniero a la búsqueda de “otra” forma de volar más segura que la del aeroplano. De la Cierva se obsesionó por la seguridad de la aviación y podríamos acuñarle, sin medio a equivocarnos, como el precursor de la denominada Seguridad de la aviación más tarde denominada, SAFETY, aspecto imprescindible en la aviación comercial moderna.
Esta búsqueda del “SAFETY” aeronáutico desembocaba el 30 de Junio de 1920 en la presentación de su primera patente de Autogiro. Tres años después, enero de 1923, el autogiro conseguía volar y lo hacía en el aeródromo de Getafe. Más tarde, ya en el aeródromo de Cuatro Vientos, conseguía pasar la prueba de la FAI (Federación Aeronáutica Internacional) quedando así certificado como nave voladora. Fue Joaquín Loriga, un joven Capitán de Artillería, quien estuvo a los mandos de aquel vuelo entre Getafe y Cuatro Vientos.
A finales de Julio de 1925 De la Cierva es nombrado Caballero de la Orden Civil de Alfonso XIII y en 1926 pronuncia su primera conferencia en España y lo hace en la Universidad de Murcia, su tierra natal. Ya en Londres, y tras superar una prueba para los miembros de la Royal Aeronautical Society inglesa, el ingeniero funda en Inglaterra la “Cierva Autogiro Company LTD”. Pero De la Cierva no se conforma, se lanza a la aventura de los EEUU poniendo en marcha, junto con socios americanos una empresa que llega a desarrollar hasta 500 autogiros. Como paso previo la ley americana le obligaba a fundar una pequeña empresa en solitario así que el ingeniero lo hizo y la denominó: “The Murcia Investment Company”
A su nombramiento como Caballero de la Orden Civil de Alfonso XIII le siguió su condecoración con la Cruz de Caballero de la Legión de Honor francesa y la medalla John Scott para invenciones útiles de Filadelfia (EEUU) ambas en 1926. Un año más tarde es nombrado miembro del Consejo Superior de Aeronáutica de España.
De la Cierva tiene el honor y probablemente sea de los pocos pilotos, si no el único piloto civil, que han aterrizado con su aeronave civil en los Jardines de la Casa Blanca en Washington. Fue invitado y recibido por el entonces presidente Hoover quien escuchó, en el salón Oval, las explicaciones del ingeniero sobre sus avances aeronáuticos. En 1930 el propio Hoover le galardonaba en la Casa Blanca con el Trofeo Collier que concede la National Aeronautic Association Americana.
Dos años después, desarrolla el autogiro con mando directo y de nuevo le llega un reconocimiento de los EEUU. Recibe la medalla de Oro Daniel Guggenheim, por su teoría y practica del autogiro, galardón otorgado en 1929 a Orville Wright. Ese mismo año, en 1932 la Royal Aeronautical Society Inglesa le nombra miembro de la sociedad como fellowy además le concede su medalla de Plata. Dos años más tarde le concederá la Medalla de Oro de Wakefield. Antes, a finales de 1932 el autogiro volaba en Europa, America, Oceanía y Japón. En 1933 Charles Lindberghescribió en una reputada revista americana “De La Cierva ha hecho avanzar la aviación medio siglo” El 7 de marzo de 1934 el autogiro voló y aterrizó en el Dédalo. El modelo era el evolucionado C30. De ese mismo modelo hizo pedidos Gran Bretaña, Alemania, Holanda y Suecia. Ese mismo año el presidente Alcalá Zamora le entregaba la medalla de Oro de la Federación Aeronáutica Internacional, concedida por la FAI y también el gobierno español le otorgaba la Banda de Caballero de la Orden de la República.
De La Cierva, inventó y patentó, entre otros, el sistema de mando directo del autogiro, y el despegue directo. Además de otros muchos sistemas que se utilizan hoy en día en los helicópteros. De hecho, el Gobierno Americano se vio obligado a pagar la mayor indemnización hasta el día de hoy por venta de patentes a empresas como Bell, Hiller, Vertol(ahora Boeing) Kamany McCullogh, que habían construido y vendido aparatos con estas patentes que pertenecía a la Autogiro Company of America. Sikorsky Aircraft adquirió las licencias de las que era propietaria la Autogiro Company of America, para el desarrollo de sus aeronaves de ala rotatoria.
El inventor De La Cierva fue amigo de Henry Ford quien, públicamente, admiró y ensalzó sus avances en la rama aeronáutica.
Fue con su gran pasión donde nuestro protagonista encontraba la muerte. Juan de la Cierva y Codorniú fallecía un 9 de diciembre de 1936 a bordo de un DC-2 de la KLM cuando despegaba del aeródromo de Croydon, Londres, con destino a Amsterdam.
El 26 de abril de 1937, la Royal Aeronautical Society concedió al inventor español su medalla de Oro, el máximo galardón. Desde 1961 se celebra un día de otoño The Rotorcraft Group ́s Annual Cierva NamedLecture, una conferencia en recuerdo del inventor español.
En la actualidad el Gobierno español concede, dentro del plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación 2021-2023 las ayudas Juan de la Cierva, del Programa para desarrollar, atraer y retener talento.
Incluso hoy en día, es muy difícil encontrar un currículum aeronáutico tan impresionante como el del señor De La Cierva. Por esto nos sentimos en la obligación de evitar que su figura caiga en el olvido y por ello apoyamos firmemente la propuesta, al igual que tienen otros aeropuertos nacionales como Granada, Alicante, Barcelona, Madrid o Santiago de Compostela, para renombrar el aeropuerto Internacional de la Región de Murcia, la tierra que le vio nacer, como Aeropuerto Internacional Juan de la Cierva.
(Artículo, manifiesto y fotos facilitado por el aviador yeclano Alfredo Ruiz López)