Este veterano sindicalista de Yecla se acaba de jubilar tras más de dos décadas al frente de Unión Sindical Obrera. Hace balance con SIETE DÍAS de los mayores logros que han conquistado para los trabajadores y aborda también el momento de declive actual en la afiliación
Alex Delegido
Se ha jubilado tras toda una vida en el sindicato… ¿Qué balance hace, a grandes rasgos, de su paso por la USO?
El balance es positivo y me voy muy satisfecho. He aprendido mucho en estos años sobre asuntos como los derechos laborales, las reformas de las pensiones… También ha habido momentos malos, pero los buenos los superan con creces. Creo que al frente de USO, he logrado ayudar a los trabajadores de Yecla y Jumilla. Y eso es lo más importante.
Vamos a recordar su trayectoria, cuándo se afilió y los cargos que ha desempeñado en el sindicato…
Estoy afiliado a USO. Yo pertenecía a CCOO, algo que mucha gente no recordará, pero tras la última huelga del sector del mueble y la madera a primeros de los años 90, tras estar en desacuerdo con la actitud de los dos sindicatos mayoritarios , decidí unirme a USO. Tenía muy buena sintonía con José Luis Puche y Manuel Gil, los dos nombres históricos del sindicalismo en Yecla y por mediación de ellos, me incorporé. En 1999 José Luis Puche que ya había fundado su partido político, AYI, fue elegido concejal del Ayuntamiento de Yecla, siendo incompatible con mantener el cargo sindical y fui elegido por los afiliados para sustituirle. Fui secretario comarcal entre 1999 y 2007. Después regresó José Luis y ocupó el cargo desde 2007 hasta su fallecimiento en 2011. Entonces yo volví a ocupar el cargo hasta este año 2022 en el que me jubilé.
¿De qué logro se siente más orgulloso y qué es lo que más lamenta de lo sucedido en todos estos años?
De lo que estoy más orgulloso es de haber estado al lado de los trabajadores. En estos años en los que yo he ocupado el cargo no ha habido huelgas sectoriales, pero sí las ha habido en empresas y hemos estado apoyando a los trabajadores en sus justas reivindicaciones, la mayoría de las veces por impago de sus salarios. También creo que la negociación colectiva ha sido fructífera para el sector del mueble. En la parte negativa, creo que a los sindicatos, a todos en general pero también al nuestro, le hace falta reconectar más con la sociedad . Es necesario que los trabajadores nos vean como el motor de su bienestar en las empresas.
Por ir a lo local, ¿considera que ha hecho lo suficiente para mejorar el salario de los trabajadores del mueble y la madera, el sector mayoritario, a lo largo de estos años?
He hecho todo lo que ha estado en mi mano. Las negociaciones colectivas siempre son difíciles y a menudo la Patronal se muestra inflexible, pero considero que la situación y el salario de los trabajadores del sector del mueble es mejor ahora que cuando llegué en 1999. En las fábricas se cobra un sueldo digno, que si bien no es para lanzar campanas al vuelo, al menos está por encima del Salario Mínimo Interprofesional, no como en otros convenios como la hostelería o el agrícola.
¿Cómo ha quedado USO tras su marcha como secretario comarcal?
Las funciones que yo he ido desempeñando las llevan a cabo ahora Javier Ibáñez y Bouselham Chahbi, que son los dos liberados sindicales. Ya les he pasado toda la información que necesitaban, tanto para las negociaciones colectivas, como para las demandas por despidos, reclamación de salarios, visitas a las empresas, elecciones sindicales… Son dos personas muy preparadas y trabajadoras que ya llevan tiempo atendiendo a todos nuestros afiliados y también a los no afiliados, porque en USO se atiende a todo el mundo. Lo más natural es que uno de los dos sea el nuevo secretario comarcal, elegido como tal en una Asamblea.
¿Cómo ve el mundo sindical en este momento de menor afiliación de los trabajadores? ¿Está asegurada la supervivencia de los sindicatos?
Los sindicatos siempre somos y seremos necesarios, porque cumplimos con una labor indispensable en democracia, pero no se puede negar que la afiliación ha caído estos años. En USO tenemos unos 700 afiliados cuando antes eran más de 1.000. Pero la explicación es un cúmulo de factores: como decía antes, se ha producido una desconexión entre los trabajadores y los sindicatos que hemos de corregir. También hizo mucho daño la crisis económica de 2008. A estos factores hay que sumar que la derecha política y mediática no suele ser precisamente colaborativa con nuestro trabajo. Pero es esencial estar más con la gente. Visitar más las empresas. Eso es algo indispensable.
