Persona vinculada profesionalmente con el campo durante sus varias décadas como funcionario en la Consejería de Agricultura, Vicente Gandía es uno de los portavoces de esta nueva plataforma que nace en Yecla y Jumilla para frenar“una manipulación climática intolerable”
Alex Delegido
¿Por qué surge esta Plataforma? ¿Quiénes la componen y cuáles son sus objetivos?
La Plataforma del Sureste contra la Manipulación del Clima surge como consecuencia de la preocupación que tenemos en el sector del campo por la instalación indiscriminada de sistemas de los llamados ‘antigranizo’, que se están utilizando más bien como sistemas ‘antilluvia’ con total impunidad. La Plataforma la componen agricultores, ganaderos y personas sensibilizadas con la protección del medio ambiente, tanto de Yecla como de Jumilla. De hecho, contamos con el apoyo explícito de la Plataforma ‘Salvemos el Arabí y Comarca’. En la reunión de este mismo lunes en el Mercado de Abastos de Jumilla estuvimos casi 400 personas. Nuestros objetivos son o que se prohíba el uso de estos cañones que interfieren y modifican las condiciones atmosféricas o al menos que se regulen. Queremos que se aborde este asunto y si no se pudiera prohibir su uso, que al menos se limite.
¿Cuántos cañones calculan que existen en el Altiplano y quiénes son sus propietarios?
Es complicado efectuar estos cálculos, muchos de ellos están en la frontera entre Yecla y Jumilla y algunos están en localidades de Castilla-La Mancha, como Tobarra, Montealegre o Agramón pero nos afectan en el Altiplano. Puede haber entre 40 o 50 cañones que afecten a la Cuenca del Segura. Pertenecen en su mayor parte a empresas de gran envergadura y explotaciones agrarias de cierta entidad. Son muy caros, cuestan entre 60.000 y 80.000 euros y es lógico que una inversión así no la pueda llevar a cabo un agricultor tradicional de a pie.
¿Cómo perjudica la manipulación del clima a los agricultores tradicionales?
Cuando se activan estos dispositivos ‘antigranizo’ se produce una desviación de la trayectoria natural de una tormenta. Esto implica que en algunos sitios no llueva y en otros lugares más o menos cercanos las nubes descarguen con una fuerza inusitada. Las fincas que tienen estos cañones consiguen, a los pocos minutos de disparar, abrir una ventana en el cielo y erradicar cualquier posibilidad de lluvia sobre su finca. Pero para evitar un pedrisco en esos cultivos, se causa perjuicios a terceros.
¿Cuál ha sido la respuesta de la Confederación Hidrográfica? ¿Están actuando ya contra estos cañones?
El próximo 16 de julio vamos a Murcia a reunirnos con el presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, Mario Urrea. Esperamos más contundencia con este tema y, como decía anteriormente, que se pueda regular.
Nosotros hemos iniciado una recogida de firmas en los dos municipios del Altiplano y ya son más de 5.000 los vecinos que han firmado para apoyarnos. Creemos que se puede hacer más para frenar este uso inadmisible de sistemas de manipulación del clima. También nos hemos reunido con la delegada del Gobierno, Caridad Rives, que nos contó que estos cañones que nos afectan en el Altiplano deben renovar sus licencias cada año. Esperamos que se tomen cartas en el asunto a la mayor brevedad.
¿Cómo está siendo este 2023 para el sector agrícola?
El momento para la agricultura no es bueno, en general, pero especialmente este 2023 está resultando bastante malo. La cosecha del cereal se ha perdido casi en un 80% según la mayoría de las estimaciones. Esto, unido a la sequía terrible que hemos padecido, con casi ocho meses sin lluvias, hasta este mes de mayo, no augura nada bueno. El viñedo también se va a ver duramente afectado y en cuanto al olivo estas lluvias últimas han caído en plena floración y también habrá una pérdida importante. El año agrícola va a ser malo, sin paliativos.
Para finalizar, ¿cómo valora las intensas lluvias del lunes en la zona de la carretera de Almansa? ¿Van a generar muchas pérdidas en los cultivos?
Cuando te caen 63 litros por metro cuadrado en tan poco tiempo, como ocurrió en Yecla el lunes, los daños están asegurados, tanto en los cultivos, como en las infraestructuras. La verdad que es una pena que llueva de esta manera tras una época de sequía tan pertinaz.
