Manifiesto institucional del Ayuntamiento de Yecla (*)
La trata de seres humanos es la esclavitud de nuestro tiempo y, lamentablemente, una realidad en Europa y en nuestro país.
Supone una profunda violación de los Derechos Humanos, de la dignidad y de la libertad de la persona y constituye una forma de delincuencia grave, que en la mayoría de las ocasiones implica a organizaciones delictivas a las que proporciona importantes beneficios basados en la utilización de las personas con distintos fines de explotación.
Este atentado contra los derechos de las personas ha adquirido enormes dimensiones, siendo la trata con fines de explotación sexual una de sus expresiones más crueles y denigrantes, y la forma de trata de mayor magnitud en nuestro país.
Las víctimas de la trata son captadas, transportadas o alojadas mediante engaño, aprovechando su situación de vulnerabilidad o utilizando la fuerza, con el propósito de obtener un beneficio de su explotación.
La trata de seres humanos es: extracción y comercio de órganos, es explotación laboral, es explotación para realizar actividades delictivas y es explotación sexual, entre otras.
La trata de personas es un crimen que no es neutral en términos de género: la trata de seres humanos afecta a las mujeres de manera desproporcionada, no sólo por registrar la mayor parte de las víctimas, sino porque las formas de explotación a las que son sometidas suelen ser más severas, especialmente la trata con fines de explotación sexual.
1.180 víctimas de explotación sexual y laboral es la desgarradora cifra para nuestro país durante el año 2022, entre ellas 22 menores, siendo 696 personas detenidas y 78 grupos desarticulados, según datos del Centro Integral de Terrorismo Criminal del Ministerio del Interior.
El 23 de septiembre conmemoramos el “Día contra la explotación sexual y la trata de personas”, una fecha para manifestar nuestra condena y rechazo a una de las prácticas más crueles de la vulneración y violación de los Derechos Humanos, a una de las manifestaciones más denigrantes que atentan directamente contra la libertad, la integridad, la dignidad y la seguridad de millones de personas en todo el mundo.
Las mujeres y las niñas representan el 71% de las víctimas de trata detectadas en todo el mundo y el 80 % de las identificadas en Europa occidental; el 95% de ellas acaban explotadas para la prostitución.
La prostitución y la explotación sexual de las mujeres y niñas son formas de violencia y, como tales, suponen un obstáculo a la igualdad entre mujeres y hombres. Son causa y consecuencia de la desigualdad entre mujeres y hombres y perpetúa la idea de que el cuerpo de las mujeres y las niñas está en venta.
Las personas NO son mercancía, no comercies con ellas, este es el mensaje que debe llegar a toda la ciudadanía y especialmente a quienes contribuyen a mantener la prostitución, a quienes la consumen comprando servicios, privando a las personas de dignidad y derechos humanos.
Los poderes públicos debemos perseguir y trabajar para erradicar la explotación sexual en el ámbito de nuestras competencias, debe ser una prioridad, una defensa para que su abordaje no pueda desligarse del fenómeno de la prostitución, porque es la demanda de prostitución la principal causa del aumento de la trata de mujeres y menores.
La explotación de personas es una situación no es asumible en ningún lugar, en ningún país, y mucho menos en el nuestro.
La igualdad entre mujeres y hombres continuará siendo inalcanzable mientras se compren, vendan y exploten a mujeres, niñas y niños, prostituyéndolos.
No puede ser asumible la explotación y tráfico de personas en ningún lugar, en ningún país y mucho menos en el nuestro.
Debemos defender un modelo social que luche por la desaparición de las causas que obligan a las mujeres a prostituirse, por ser incompatible con el modelo social de igualdad, de respeto a la dignidad de las personas, y de defensa de los derechos humanos de las mujeres. Por tanto, entendemos que para combatir la trata de mujeres, niñas y niños con fines de explotación sexual de manera efectiva hay que acabar con la prostitución. SIN PROSTITUCIÓN, NO HAY TRATA.
(*) Texto íntegro leído por la concejala de Asuntos Sociales el viernes pasado junto a concejales del equipo de Gobierno, grupo socialista e IU, en las dependencias de la Policía Local de Yecla.