ENTREVISTA: Paqui Gutiérrez García, fundadora de AFEDECO
Alex Delegido
¿Cómo recuerda esos inicios y cómo surgió esta asociación a mediados de los años 90 en Yecla?
Esta idea surgió porque en Yecla en aquellos años 90 había mucha gente trabajando en el sector del mueble, tantos padres como madres y con jornadas laborales muy extensas. Un grupo de la parroquia de San José, entre el que me incluyo, detectamos la necesidad de que alguien cuidara y entretuviera también a los niños , generando actividades para ellos. El 15 de noviembre de 1995 surge como una asociación, no para aparcar a los niños mientras los padres trabajaban, sino también para que aprendieran valores como la solidaridad, el compañerismo, la no violencia, el respeto al medio ambiente… Yo por aquel entonces trabajaba en una fábrica pero a finales de los años 90, principios de los 2000 dejé ese trabajo y empecé a trabajar como monitora.
Además de trabajar en AFEDECO, también tenemos entendido que pasó usted por diferentes cargos..
Estuve como presidenta un tiempo, también ha llevado la programación de la ludoteca, he coordinado actividades con los institutos, y sobre todo, he trabajado de monitora desde que empezara un verano. Tenía mucha experiencia cuidando niños y durante todos estos años ha sido un privilegio cuidar y formar a tantos niños y adolescentes yeclanos.
AFEDECO se ha ido profesionalizando mucho con el paso de los años… ¿Cómo ha sido esa evolución?
En un principio sólo se hacían talleres, pero con el paso del tiempo se ha ido incorporando gente más preparada, con sus estudios, sus titulaciones, que les capacitan para responder mejor a las necesidades específicas de los niños y adolescentes que vienen a AFEDECO. Se ha primado más la atención individualizada.
En lo que respecta a su labor en la asociación… ¿Qué parte ha sido la más satisfactoria y cuál recuerda de manera menos grata?
Lo que más me ha motivado durante todos estos años es que todos los niños merecen tener el mismo bienestar y las mismas oportunidades y por eso ha sido muy satisfactorio atender a niños que venían de entornos familiares complicados, por situaciones de violencia, de carencias afectivas… Verlos felices, darles ese apoyo que necesitaban me ha llenado mucho durante estos casi 25 años. AFEDECO ha sido mi casa y eso ha sido así gracias al magnífico equipo de compañeras (porque las mujeres somos mayoría) y también de mis compañeros. Todos han hecho que me sintiera muy a gusto. En cuanto a la parte más negativa a la hora de hacer este balance, lo peor que recuerdo es la pandemia, porque fueron meses muy duros. No poder darle a los niños ese abrazo que tanto necesitaban, era muy complicado. Y con la enorme necesidad de conciliación, recuerdo que en AFEDECO abrimos nuestras puertas antes que los propios colegios, como siempre, para dar respuesta a las necesidades de las familias.
La conciliación de la vida familiar y laboral está ahora en la agenda pública pero en aquel momento no existía… ¿Queda mucho por hacer?
Poder conciliar significa poder dedicar más tiempo a la familia y menos al trabajo. Es una forma de que las familias puedan tener mejor relación con sus niños y adolescentes, algo que favorece un buen desarrollo para ellos, tanto a nivel comunicativo como afectivo. AFEDECO siempre ha creído en la conciliación y ha prestado un servicio indispensable para favorecerla. Además, las familias ahora son más diversas: hay padres separados, hogares monoparentales. A todos hemos intentado darles una respuesta. Pero queda mucho por hacer, tanto desde los hogares como desde las Administraciones públicas, y también por parte de las empresas que deben comprometerse más.
Nos consta que vivió usted con gran satisfacción la concesión del Premio SIETE DÍAS a la Mejor Labor Social el pasado 2023… ¿Qué supuso este reconocimiento para AFEDECO?
Fue un reconocimiento público de muchos años de esfuerzo y dedicación y un premio para toda la gente que ha pasado por AFEDECO en estos casi 30 años. También fue un buen estímulo para seguir trabajando.
¿Cómo afronta el momento de la jubilación? ¿Cómo se plantea su día a día y cómo ve el futuro de AFEDECO?
Me prejubilo porque mi madre está muy mayor y quiero estar pendiente de cuidarla. Pero no dejaré AFEDECO, seguiré colaborando como voluntaria, pero ya a otro ritmo, sin obligaciones ni horarios. Porque creo que a la asociación le aguarda un futuro brillante ayudando a los niños y adolescentes, puesto que ahora son más numerosos en la entidad y tienen muchas necesidades.
