ENTREVISTA: Juan Carlos Gonzálvez Soriano, secretario del Ayuntamiento durante dos décadas
Alex Delegido
En primer lugar, vamos a recordar su formación y cómo empezó a trabajar en el Ayuntamiento de Yecla…
Soy licenciado en Derecho por la U.A.M. Me gustaba el Derecho Administrativo y la Administración Local y empecé a formarme para ser funcionario municipal ya durante el servicio militar. Aunque vivía en Villena, comencé mi vida laboral en Yecla, en la Caja de Ahorros de Alicante y Murcia, en el año 1984. En abril de 1985, al pedir una excedencia mi compañero y amigo Antonio Villaescusa, accedí interinamente al puesto de Técnico de Administración General del Ayuntamiento de Yecla. El día 9 de mayo de 1988 (precisamente el mismo día que nació mi hijo Antonio), aprobé la última prueba de la oposición de Secretario-Interventor, y unos meses más tarde superé también la oposición de TAG del Ayuntamiento de Yecla, tomando posesión de la plaza como funcionario de carrera el 1 de enero de 1989. No obstante, la formación en este trabajo es continua y hay que actualizarse de forma permanente, siendo de destacar la formación como Técnico Urbanista del INAP que completé en los años 2001 y 2002.
Ha sido secretario municipal durante muchos años… ¿Qué ha sido lo mejor y también lo peor de este trabajo?
Lo peor, sin duda, son esos momentos de tensión y estrés que te ofrece el trabajo, y los disgustos y preocupaciones que te llevas a casa. Y por otra parte, independientemente de que aciertes o te equivoques, si pretendes ejercer responsablemente esta profesión, no se puede decir siempre que sí, y eso no es grato. Pero han predominado los buenos momentos, porque mi trabajo me ha permitido convivir con compañeros, responsables políticos y representantes sindicales, y me ha posibilitado conocer a muchas otras personas, asociaciones, etc. Y también he tenido la satisfacción de colaborar en la resolución de los problemas de los ciudadanos y de prestar mi contribución a los proyectos municipales. Por todo ello me siento muy agradecido y honrado de haber trabajado en y para el Ayuntamiento de Yecla durante cuatro décadas.
Ha trabajado codo con codo con todos los alcaldes de Yecla… ¿Qué recuerdo guarda de cada uno de ellos?
Efectivamente he trabajado con alcaldes y alcaldesas de distintos signos políticos. Como es natural, cada uno ha ejercido el cargo con su propia personalidad, pero de todos ellos guardo un excelente recuerdo, pues, salvando los problemas y sinsabores del día a día, yo creo que he podido colaborar en el ejercicio de su responsabilidad y puedo asegurar que de todos ellos he recibido un trato afable y respetuoso, lo que agradezco expresamente a todos los alcaldes que he tenido, Francisco Guillem, Vicente Maeso, Domingo Carpena, Mª Cristina Soriano, Juan Miguel Benedito, Marcos Ortuño y Mª Remedios Lajara.
¿Cómo ha sido su trato con tantos concejales, tanto del Gobierno como de la oposición, durante tantos años?
Lo normal es tener más afinidad con unas personas que con otras, pero por regla general han valorado mi trabajo y mis aportaciones, algo que es de agradecer. No puedo, por razón de espacio, nombrar a todos los que quisiera, pero siento por muchos concejales de todas las Corporaciones y todos los grupos políticos un gran afecto, porque ejercen una labor meritoria y poco reconocida.
Son infinidad de Plenos los que usted ha estado presente.. ¿Recuerda alguno en especial?
Recuerdo muchos. Los que han tenido por objeto la aprobación de los presupuestos y de ordenanzas fiscales o aquellos en que se ha producido la adjudicación de los contratos de los servicios más importantes, o los aprobatorios de los instrumentos urbanísticos que han permitido el desarrollo industrial y residencial de la ciudad, y que la han transformado en estas últimas cuatro décadas… Y recuerdo también de forma especial las sesiones de constitución de las nuevas Corporaciones y de elección de alcalde o alcaldesa, plenos que son siempre muy emotivos. No siempre son gratos los recuerdos, pues también he asistido a sesiones plenarias muy tensas y con agrios debates, pero en todos los Ayuntamientos los hay, y prefiero quedarme con lo bueno.
El uso de la tecnología ha cambiado por completo la actividad burocrática y ha permitido agilizar trámites… ¿Cómo ha vivido ese cambio desde dentro?
Ha sido una evolución progresiva. Yo llegué al Consistorio cuando se utilizaban máquinas de escribir y papeles de calco, y cuando en los Servicios Técnicos se delineaban los planos a mano. A finales de los 80 e inicios de los 90 se pusieron en funcionamiento los primeros ordenadores, y desde entonces la informatización del Ayuntamiento ha sido continua. En 2018 se produjo un punto de inflexión con la implantación de la Administración Electrónica, cuando el Ayuntamiento se adhirió a la herramienta puesta en marcha por la Diputación Provincial de Albacete (impulsada entre otros por nuestro paisano Antonio Villaescusa), que persigue una mayor agilidad en los trámites, una mayor seguridad y transparencia, un acercamiento del ciudadano a la institución y un ahorro económico, ecológico y de tiempo.
En su última etapa se ha sentado usted en los Plenos con su hermana, Lola Gonzálvez, interventora municipal… ¿Cómo ha sido trabajar ‘en familia’?
Ella ejerce el cargo de Interventora y es también Técnico de Administración General. Trabajar con mi hermana ha sido difícil y grato a la vez, porque por un lado, el trabajo nos daba frecuentes ocasiones para, digámoslo así, contrastar nuestras opiniones, pero por otro, también hemos colaborado y nos hemos ayudado mutuamente en muchas ocasiones en pro del buen funcionamiento del Ayuntamiento. Lo importante es saber superar los malos ratos y reconocer y valorar los buenos, y creo que así lo hemos sabido hacer.
¿Cómo vivió el homenaje que le rindieron en su último pleno?
Fue una gran sorpresa para mí. Es una gran satisfacción que la alcaldesa y toda la Corporación tuvieran ese detalle conmigo al final de mi vida laboral, y que además pudieran asistieran al acto mis compañeros de Secretaría, los jefes y jefas de los diversos servicios municipales y la familia. Fue inolvidable.
¿Cómo se plantea vivir esta nueva etapa de su jubilación?
Siempre he tenido la convicción de que hay que vivir todos los días y no sólo en los fines de semana o en vacaciones, pero ahora se abre una nueva etapa y debo aprovecharla. Compartiré más tiempo con mis amigos, con los de Yecla y Villena, y también con los de Camino real, un pequeño pueblo de Teruel donde nació mi esposa, Maribel. También me gusta pintar, leer, practicar deporte, cocinar, y ver películas y series. Y también dedicaré mucho más tiempo a la familia y especialmente a ejercer de abuelo de mis tres queridos nietos.