DOMINGO CARPENA
Injustas, inútiles e ineficaces.
Las medidas contempladas en la Reforma Laboral del Gobierno Rajoy, serán muchas cosas pero no son, ni a corto ni a medio plazo, eficaces para la creación de empleo, más bien todo lo contrario. Lo han manifestado los sindicatos, expertos laboralistas, algunos empresarios y han terminado reconociéndolo miembros del propio Gobierno.
¿Por qué lo hacen? ¿Por qué imponen estas medidas, que además no se atrevieron a especificar en el programa electoral?. Sencillamente por una cuestión ideológica. Como intentaré analizar en este artículo.
Hay muchas personas sensatas que piensan que si el P.P. de verdad tuviera un mínima voluntad política de reactivar la economía y por tanto el empleo en la Región de Murcia, al menos, el Gobierno Regional del P.P., en coordinación con el de Rajoy, tendría que concentrar todos sus esfuerzos políticos en hacer dos cosas, la primera: pagar lo que debe, la deuda de la Comunidad Autónoma generada por la gestión del Gobierno Valcárcel con empresas proveedoras y con distintas instituciones está cerca de los dos mil millones de euros; esta morosidad ha supuesto el cierre de centenares de pequeñas empresas en la Región y la destrucción de miles de puestos de trabajo. Han de tomarse medidas de tipo político con el Gobierno Central para pagar la deuda a las empresas, a todas, sin coste alguno para las mismas…ahora propone el P.P. un supuesto plan de pago, que no afecta a todas las empresas, y aquellas que participen además de renunciar a los intereses de demora han de realizar quita de lo que se les adeuda. ¿Es justo?¿ es racional? ¿Se imagina alguien si esta deuda la hubiera generado un Gobierno Regional del PSOE cual hubiera sido la actitud empresarial?.
Lo segundo que tendrían que hacer, todos los gobiernos, tanto el de Valcárcel como el de Rajoy es tomar medidas políticas para forzar, incidir, influir, ¿obligar? a la banca a que abra la mano, aunque sea mínimamente, para que fluya el crédito a las empresas y a las familias.
Es decir, lo mínimo que se le puede pedir a un gobernante son medidas de vergüenza política: cumplir la palabra dada, pagar lo que se debe para intentar recuperar la credibilidad…y sin embargo lo primero que proponen es una Reforma Laboral que a muchos, medianos y pequeños, empresarios les daba lo mismo.
Una Reforma Laboral con medidas ineficaces, injustas y sobre todo inútiles para la creación de empleo. Se quiere, fundamentalmente, abaratar el despido, se propone facilitar los EREs, disminuir los salarios, dificultar la capacidad organizativa de los trabajadores, restringir la potencia de los convenios colectivos de sector, etc, etc. Medidas todas ellas que en el conflicto histórico de intereses que se plantea, desde hace más de siglo y medio entre el capital y el trabajo van en contra de la parte más débil, van en contra de los trabajadores. Lo disfrace el P.P. y su adláteres de falso realismo, de necesidad, de modernidad o de liberalismo son medidas, medidas severas, contra los trabajadores asalariados.
Surge una sencilla pregunta ¿el empresario con esta reforma y en estos momentos de crisis despedirá más o contratará más? Lógicamente despedirá mas, lo que un empresario, pequeño y mediano como en Yecla, necesita para contratar más no es una reforma laboral que abarate el despido, sino que haya faena. Para que haya faena han de tomarse otro tipo de medidas.
La única explicación posible es la ideológica, el Gobierno de Rajoy, pretende no solo facilitar el despido, disminuyendo los derechos adquiridos por los trabajadores a lo largo de su vida laboral en la empresa, poniéndose descaradamente a favor de la parte mas poderosa en la ecuación capital-trabajo, sino que no teniendo bastante con su mayoría absoluta en el Parlamento, intenta destruir a los organizaciones de los trabajadores, intenta aniquilar a los sindicatos.
Basta leer o escuchar estos días a emisoras de radio o periódicos digitales y de papel de la caverna ultraderechista, cómplices necesarios de la mayoría conservadora, con sus insidias, falsedades y medias verdades sobre los sindicatos y sus líderes para entender la magnitud de la operación diseñada en la susodicha Reforma laboral.
Los sindicatos han cometido errores, tienen escasa representación porque tienen escaso recorrido democrático, apenas algo más de 30 años. Pero a pesar de sus insuficiencias son necesarios, absolutamente necesarios. Lo recoge nuestra Constitución, en su artículo 7. Si no existieran viviríamos bajo el imperio de la ley del más fuerte, que es lo que, al parecer, pretende el P.P. con esta Reforma.
Mientras tanto en Yecla, aumenta el paro, un nuevo record, casi 4.300 personas, ¿será todavía culpa de Zapatero?, o tendrá algo que decir Valcárcel, 16 años gobernando en la Región con, prácticamente, todas las competencias, ¿o serán los primeros efectos de la Reforma laboral de Rajoy?. No sé… en próximos día hablaremos de los recortes en los Servicios Públicos y de la demolición sistemática del Estado de Bienestar que está empezando a llevar a cabo la derecha.
Domingo Carpena Sánchez.